
El huevo es un ingrediente básico en la cocina debido a su fácil preparación y alto valor nutritivo. Por ello la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer la manera correcta de elegirlos y conservarlos.
Fue a través de un comunicado que la Profeco emitió una serie de recomendaciones para que este alimento conserve su valor nutricional.
Indicó que en supermercados y puntos de venta los huevos se conservan a temperatura ambiente, por lo que una vez que se adquieren es preferible guardarlos en el refrigerador.
Se recomienda no se coloquen en la puerta y no se laven antes de meterlos en el refrigerados, sino justo antes de su preparación.
Además, se debe procurar guardarlos en su empaque o alejados de otros productos que puedan pegarle su olor.
La Profeco también señaló que al momento de comprarlos, se debe elegir aquellos que tengan la cáscara intacta y limpia. Y para saber si ya no está fresco, al romperlo, la clara se desparramará y tendrá una apariencia acuosa.
"Los huevos pueden actuar como transportadores de patógenos y causar una contaminación cruzada en otros alimentos o platos preparados.
Por lo que antes y después de su manipulación es conveniente lavarse las manos, así como todos los utensilios utilizados durante su preparación, incluidos los trapos de cocina", dijo.
Agregó que al momento de cocinarlos, no se deben utilizar huevos que hayan rebasado la fecha de caducidad o consumo preferente. Además, una vez rotos es necesario revisar que no desprenda un olor desagradable y que la clara sea transparente.
De lo contrario, puede considerarse un indicados de un posible crecimiento bacteriano.

Beneficios de los huevos
Ayuda en la reparación de tejidos: contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita, lo que lo convierte en un recurso clave para el desarrollo muscular, la reparación de tejidos y la producción de enzimas y hormonas.
Producción de glóbulos rojos: es una rica fuente de vitaminas como la A, D, E y algunas del complejo B, incluyendo la B12, crucial para la salud del sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos.
Funcionamiento de la memoria: aporta minerales como hierro, fósforo y selenio, esenciales para el funcionamiento adecuado del organismo. La colina, presente en la yema, es fundamental para el desarrollo cerebral, el funcionamiento del sistema nervioso y la memoria.
Salud ocular: debido a los carotenoides luteína y zeaxantina, que protegen contra enfermedades como la degeneración macular y las cataratas. Además, su bajo contenido calórico y su capacidad para generar sensación de saciedad los convierten en aliados en dietas de control de peso.