El reciente asesinato de ocho jóvenes en Salamanca, Guanajuato, ha generado una profunda conmoción en la sociedad y diversas instituciones de México. Entre ellas, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien emitió un comunicado en el que condena enérgicamente estos actos de violencia y llama a las autoridades a garantizar justicia y seguridad para la población.
“Este hecho nos hace reflexionar en la violencia que azota a nuestra nación, la cual se ha vuelto un cáncer para nuestra sociedad. La delincuencia presume impunidad, manifiesta el desprecio por la vida y hace imperar la inseguridad en nuestros espacios vitales comunitarios. Esta realidad hiere el corazón de todos los mexicanos. Nadie puede sentirse fuera de ella”, resalta la CEM en la primera parte del documento.
De igual forma, la Arquidiócesis de México, mediante una nota en su portal “Desde la fe”, condenó el asesinato y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas al resaltar la necesidad de que las autoridades actúen con prontitud para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
El “frente común” que buscan las autoridades eclesiásticas del país
En medio del clima convulso de los últimos días, los obispos mexicanos hicieron un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que implementen medidas efectivas que garanticen la seguridad de la población y prevengan futuros actos de la criminalidad o los grupos generadores de violencia,
“Basta ya de intereses personales o partidistas. Formemos un frente común. Vivamos la solidaridad que tantas veces nos ha caracterizado ante las tragedias que enfrentamos, y combatamos la delincuencia y la falta de justicia que hace sangrar nuestra patria y trunca el sueño de miles de nuestros jóvenes”, detalla.
El comunicado también resaltó la preocupación de la iglesia por la creciente espiral de inseguridad en el país; especialmente, en regiones afectadas por la violencia del crimen organizado. Por ello, la CEM instó a la sociedad a mantenerse unida y a trabajar conjuntamente en la promoción de la paz y la justicia.
¿Cómo sucedieron los hechos en Salamanca, Guanajuato?
El domingo 16 de marzo, en la comunidad de San José de Mendoza, Salamanca, un grupo armado irrumpió en una cancha de usos múltiples donde se encontraban reunidos varios jóvenes. El ataque fue una ráfaga indiscriminada de balas, las cuales resultaron en la muerte de ocho personas y dejó a otras heridas. Las víctimas formaban parte de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Irapuato y eran miembros activos de la Parroquia de San José de Mendoza.
Esta última lamentó profundamente la pérdida de estos jóvenes y destacó su compromiso con la comunidad y su participación en actividades religiosas. A través de sus redes sociales, la parroquia expresó: “Nos unimos en oración toda la iglesia joven, por su eterno descanso y por sus familiares”. Además, hicieron un llamado a la justicia y a la construcción de un México en paz.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato informó que cinco de las víctimas fueron identificadas con los nombres Bruno Jesús, Miguel Ángel, Daniel, Juan Flavio y Fernando. Otros dos eran menores de edad, cuyos nombres no se difundieron por tratarse de adolescentes. La octava persona fallecida fue un joven de 17 años, Juan Martín, quien perdió la vida en un hospital de Irapuato tras el ataque.
