
El precio por encontrar un supuesto campo de adiestramiento y exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es recibir amenazas de muerte. Así lo reveló la activista y líder del colectivo que evidenció el horror al interior del rancho Izaguirre de Teuchitlán.
Jorge Ramírez, académico y doctor en sociología por la Universidad de Guadalajara (UdeG), conversó con este medio sobre la “evidente” relación entre la crisis de desaparecidos que se vive en Jalisco y el dominio del CJNG en la entidad.
“La dinámica de desaparición en Jalisco está ligada al CJNG, no se menciona, a veces por temor, mesura o porque se sobreentiende, pero es evidente”: Jorge Ramírez.
Es difícil no relacionar a las 15 mil 426 personas desaparecidas en Jalisco, 13 mil 656 hombres y mil 770 mujeres, con el principal centro de operaciones y financiero del CJNG.
Como separar al cártel de las 4 letras de la crisis de desaparecidos si la mayoría de las denuncias fueron presentadas en los municipios de Zapopan, Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga y San Pedro Tlaquepaque, regiones donde lo mismo se ven fosas clandestinas y secuestros al azar que convoys de sicarios del CJNG fuertemente armados o repartiendo juguetes.
“Es innegable que detrás del fenómeno de la desaparición en Jalisco está mayormente involucrado el CJNG. Hemos detectado un patrón de imitación y generalización en el método utilizado por el crimen organizado en este tipo de delitos”.

El sexenio de los desaparecidos
A pesar de que el exgobernador afirmó en varias ocasiones que no existía una crisis de desaparecidos en Jalisco, durante su administración se presentaron más de 9 mil denuncias por personas que siguen sin ser encontradas y al final de su gobierno la entidad cuenta con 15 mil 426 víctimas de desaparición.
El Registro Estatal de Personas Desaparecidas dividió los reportes en cuatro secciones: hombres desaparecidos con violencia y sin violencia y mujeres desaparecidas con y sin violencia.
Jorge Ramírez puntualiza que dicha medida parare estar enfocada en generar en la opinión pública la idea de que el fenómeno de los desaparecidos es complejo y con variantes que no precisamente están conectadas, intentando sacar del esquema la presencia del CJNG y su responsabilidad en el crecimiento exponencial de los crímenes.
“El patrón apunta a que las víctimas más vulnerables son jóvenes de entre 20 y 30 años (...) secuestrados al azar mientras caminaban por la calle o reclutados tras asistir a supuestas ofertas de trabajo.
Los tienen en casas de seguridad, sin comunicación, a la espera de asignaciones que van desde preparar drogas sintéticas, halconeo, sicarios o como combatientes con poca preparación".