
Al menos durante los últimos cuatro años, el estado de Chiapas se ha consolidado como uno de los territorios en los que persiste una intensa disputa entre grupos criminales.
Hasta julio de 2021, la organización predominante en la entidad era el Cártel de Sinaloa, pero el asesinato de su lugarteniente Ramón Gilberto Rivera, alias ‘El Junior’, marcó una serie de movimientos en la cúpula que permitió el fortalecimiento de la agrupación rival, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Con el paso de los años, el cártel jalisciense logró establecer una serie de asociaciones con grupos locales, lo que facilitó su avance en distintas regiones de Chiapas, según un reciente artículo publicado por los investigadores Nathan Jones y Gary J. Hale en Small Wars Journal.
A partir de un análisis a los datos recopilados por la organización Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED), los autores encontraron que el CJNG se ha posicionado como el pilar en la red de alianzas entre actores armados no estatales. Acorde con estos reportes, el cártel de las cuatro letras habría forjado vínculos con grupos como el llamado Cártel de Chiapas y Guatemala (CCyG), Los Autónomos, MAÍZ, Los Herrera, Los Machetes y Los Huistas.

“Esta estrategia parece coherente con el modelo de crecimiento del CJNG, el cual se basa en trabajar con células locales e incluso, en algunos casos, en absorberlas”, señalan Jones y Hale.
En el caso específico de Chiapas, el CJNG ha aprovechado los nexos con bandas locales para robustecer sus filas y hacerle frente al Cártel de Sinaloa, que se ostenta como una organización más consolidada.
Tales negociaciones le aportan al cártel jalisciense “tropas adicionales, poder de fuego e importantes conocimientos para que sus combatientes puedan disputar la plaza de Chiapas”, apuntan los investigadores. Bajo esta misma narrativa, uno de los principales atractivos que el CJNG encuentra en las agrupaciones chiapanecas es el dominio que tienen para trasladarse en las carreteras y las regiones montañosas, además de la información que poseen sobre el ámbito político de la entidad.
“Aunque reclutar aliados para que se unan a la lucha puede no ser una novedad para los cárteles, el número de alianzas entre el CJNG y las bandas locales de Chiapas es impresionante y habla de la capacidad de los dirigentes del CJNG para llegar a acuerdos mutuamente beneficiosos que probablemente les sitúen en una posición de fuerza ventajosa frente a sus contrincantes”, puede leerse en la investigación.