
El consumo de medicinas para dormir, como los hipnóticos y sedantes, suele ser impulsado por la dificultad que muchas personas enfrentan para conciliar el sueño o mantenerlo de manera continua durante la noche. Esto puede deberse a trastornos del sueño como el insomnio, que afecta la calidad de vida al provocar cansancio, irritabilidad y problemas de concentración.
Además, otros factores como el estrés, la ansiedad o situaciones de vida complicadas también pueden desencadenar problemas para dormir, llevando a las personas a buscar soluciones rápidas para aliviar estos síntomas como lo son diferentes fármacos.
Sin embargo, aunque existen especialistas que puedes suministrar medicamentos para conciliar el sueño de forma segura y controlada, especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño (CTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó un estudio que determinó una alza en el uso irracional de fármacos entre personas con insomnio crónico.
¿Por qué se tienen problemas al dormir?
El doctor Rafael Santana Miranda, responsable de la CTS, perteneciente a la Facultad de Medicina (FacMed) de la UNAM reveló que la población actual registra una falta de descanso importante, derivado a malos hábitos y situaciones como el estrés que provocan la falta de sueño sin que se padezca necesariamente insomnio crónico.
“Más de una tercera parte de la población en edad productiva, no duerme la cantidad de horas que necesita, y eso no está dado por un problema de insomnio, sino por nuestro estilo de vida”, comentó el especialista para UNAM Global TV.
Los resultados de su estudio que fue publicado en la revista Pharmacy determinaron que la presencia de trastornos del dormir está relacionada con el estrés asociado a jornadas laborales extensas, los turnos rotatorios y el tiempo requerido en los traslados.
“El insomnio no sólo implica dificultad para conciliar o mantener el sueño, sino que afecta el rendimiento diario, la salud mental y la calidad de vida. Existen dos tipos: el agudo, que todos hemos experimentado alguna vez, y el crónico, que es cuando se mantiene durante más de tres meses. Quienes padecen este último presentan un mayor riesgo de desarrollar comorbilidades como ansiedad, depresión e incluso enfermedades cardiovasculares o metabólicas”, mencionó el doctor Santana Miranda.
El riesgo del uso medicamento

Una de las cifras alarmantes que arrojó el estudio fue que el 92 por ciento de los 89 participantes contemplados usaban tales sustancias de forma no recomendable, además, el 47 por ciento de los pacientes tomaba medicamentos inapropiados para su condición; el 43 por ciento los consumía durante más tiempo del señalado (lo que aumenta el riesgo de dependencia y efectos secundarios), y que las benzodiacepinas y los antipsicóticos fueron los fármacos con mayor uso indebido.
“La automedicación es un problema y lo más inquietante es que la mayoría de estos productos fueron recetados por médicos que no consideraron alternativas apropiadas, más seguras y efectivas, como la terapia cognitivo-conductual”, señala Ulises Jiménez Correa, uno de los autores del artículo e investigador de la CTS de la UNAM.
Las sustancias más usadas por los pacientes fueron: benzodiacepinas en 65 por ciento (clonazepam y alprazolam); de las no benzodizapínicas el zolpidem, con 21 por ciento; neuromoduladores, en ocho por ciento (pregabalina y carbamazepina), y antipsicóticos con seis por ciento (quetiapina y olanzapina).
De acuerdo con los especialistas, entre los riesgos de la automedicación se encuentra la dependencia a los fármacos para poder dormir, llegando a puntos de adicción con síndrome de abstinencia, es por ello que en caso de padecer problemas para dormir, es recomendable acudir con médicos que puedan brindar un diagnóstico adecuado a cada padecimiento.