Este es el “sello” del CJNG en sus centros de exterminio, según Óscar Balderas

El periodista advierte que el CJNG ha llevado su modelo criminal a una lógica “industrial”

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El centro de exterminio hallado
El centro de exterminio hallado en Jalisco exhibe un modelo criminal estructurado que, según expertos, replica el funcionamiento de una maquila industrial. (ULISES RUIZ / AFP)

El centro de exterminio recientemente localizado en Teuchitlán, Jalisco, deja ver un patrón criminal sistemático y estructurado, con un nivel de organización que va más allá de la violencia improvisada. Su funcionamiento evidencia un modelo operativo dividido en etapas, con procesos definidos que van desde el entrenamiento forzado hasta la eliminación total de los cuerpos, y revela el grado de especialización alcanzado por el crimen organizado en la región.

Este esquema, según el periodista especializado en seguridad Óscar Balderas, reproduce estructuras logísticas comparables a las de una maquiladora o una especie de armadora de automóviles. En entrevista con MVS Radio, calificó esta forma de operar como una “industrialización de la muerte”.

El comunicador destacó que estos espacios se encuentran ubicados a entre 40 minutos y una hora y media de Guadalajara, en municipios como Zapopan, Tlaquepaque y Tlajomulco, dentro del área metropolitana más importante del occidente del país. De acuerdo con la propia Indira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, este lugar opera al menos desde el año 2012, según le han comentado las propias víctimas de reclutamiento.

Vista aérea del rancho Izaguirre
Vista aérea del rancho Izaguirre en la comunidad La Estanzuela donde el colectivo 'Guerreros Buscadores' localizó tres crematorios humanos mientras buscaba a sus familiares en Teuchitlán, estado de Jalisco. (Foto ULISES RUIZ / AFP)

El periodista afirmó que estos lugares están divididos en etapas operativas específicas. En primer lugar, las personas eran sometidas a un proceso de adiestramiento forzado. Luego, quienes no cumplían eran castigados con reclusión al aire libre durante días. A continuación, algunas víctimas eran obligadas a matar a otros, antes de ser ellas mismas ejecutadas. Por último, los cuerpos eran disueltos en ácido o quemados, con el fin de borrar completamente cualquier evidencia genética.

Y añadió: “Esto se parece mucho a una especie de maquila, con una especie de armadora de automóviles, donde es un circuito en el que cada paso siguiente o cada etapa próxima tiene un sentido”.

Balderas explicó que la estructura sistemática de estos centros no responde al patrón improvisado de otros lugares asociados a la delincuencia organizada, sino a una lógica operacional más avanzada, con procesos consecutivos destinados a eliminar cualquier rastro de las víctimas. Dijo que cuando se observan los mapas elaborados por las familias, el mismo diseño de estos espacios son similares a los de una fabrica.

Reclutar bajo el engaño tras desmitificación

Balderas también cuestionó la idea generalizada de que las personas se integran voluntariamente al crimen organizado por razones económicas. Afirmó que la precariedad no basta para explicar el fenómeno y que actualmente muchos grupos delictivos deben reclutar bajo engaño y por la fuerza, pues se ha hecho eco de que unirse a las filas de estos grupos no es nada como lo pintan.

“Ni siquiera en un país con tanta pobreza, la pobreza les es suficiente, tanto que tienen que reclutar bajo engaño y secuestrar para tratar de llenar sus filas”, afirmó.

Indicó que se ha logrado cierto avance en campañas de prevención, especialmente dirigidas a jóvenes, para desmitificar la imagen de que el crimen organizado ofrece riqueza y poder. Según dijo, ya no es efectivo convencerlos con narrativas vinculadas al narcotráfico como forma de éxito social. Esto ha obligado a los grupos criminales a modificar sus métodos de captación.

Madres buscadoras realizan la búsqueda
Madres buscadoras realizan la búsqueda de restos óseos. Crédito: ULISES RUIZ / AFP

“El crimen organizado, como el Cártel Jalisco, está innovando en el engaño, en la oferta fraudulenta de trabajos que nada tienen que ver con un trabajo que van a obtener”, señaló.

Balderas explicó que jóvenes que buscan su primer empleo —egresados de preparatoria o universidad— han sido víctimas de anuncios falsos donde se les ofrecen puestos administrativos, en call centers, en oficinas o empleos de medio tiempo con sueldos que rondan los 5.000 pesos semanales. Agregó que estas ofertas son distribuidas incluso en sitios de empleo, universidades alejadas de las ciudades principales o en espacios públicos como terminales camioneras.

“Muchos chavos que, por ejemplo, están intentando tener su primer empleo o que son recién egresados… querían trabajar por la derecha”, dijo.

Según Balderas, el crimen organizado ha trasladado su presencia a la vida cotidiana de manera tan extendida que alcanza incluso a quienes intentan mantenerse al margen. “El crimen es tan omnipresente en Jalisco, tiene tanta presencia en la vida cotidiana, que de todos modos encontró la forma de llegar a esta gente”.

Crimen estructurado

Balderas advirtió que los grupos criminales están alcanzando un grado de organización que no encuentra un correlato en las capacidades del Estado. Señaló que el nivel de planificación, la distribución funcional de los espacios y la sistematización del exterminio representan un desafío que supera a las instituciones encargadas de la seguridad y justicia: “No sé si las autoridades están avanzando al mismo ritmo de esta especialización”, dijo.

El rancho ya había sido
El rancho ya había sido investigado por la fiscalía del Estado de Jalisco en septiembre de 2024. Crédito: ULISES RUIZ / AFP

Aseguró que durante muchos años se había centrado la atención pública en los hallazgos de Coahuila, Veracruz y Tamaulipas, mientras que las estructuras clandestinas en Jalisco pasaban desapercibidas. Recalcó que fue la labor de las madres buscadoras lo que impidió que estos centros volvieran a quedar en el olvido, como ya había ocurrido en etapas anteriores.

También mencionó que colectivos han detectado sitios similares en otras zonas del país, incluyendo Tlalpan, Gustavo A. Madero y otros puntos de la Ciudad de México, lo que indica que este modelo podría estar replicándose en distintos territorios.

Según el periodista, el modelo operativo actual del crimen organizado incorpora ya no solo tráfico de drogas, sino también control territorial, exterminio sistemático y reclutamiento bajo engaño, donde la violencia ya no es un residuo del conflicto, sino una herramienta estructural y planificada.