
La falta de avances en las investigaciones y la participación de grupos delictivos son factores desgastantes para los grupos de búsqueda de personas desaparecidas en México. Como ejemplo de ello, se ha sumado el caso del colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme, el cual enfrenta el retiro temporal de su líder Silvia Velázquez por los estragos en su salud mental.
A través de un comunicado en redes sociales, la agrupación informó la baja de su precursora en un movimiento que ha encabezado desde 2019. La decisión radica en la necesidad de brindar prioridad a su integridad emocional y física, pues mantenerse al frente de la organización requiere de un esfuerzo sobrehumano para la búsqueda constante en la entidad de Sonora.
La desaparición forzada es una problemática severa que continua en incremento por la impunidad de los casos. Ante la falta de justicia en el sistema, en el país han surgido múltiples colectivos/agrupaciones de personas que emprenden la búsqueda por su propia cuenta, lo anterior con la finalidad de dar con el paradero o restos de sus propios familiares.
Líder buscadora se retira de colectivo
La pagina de Guerreras Buscadoras de Cajeme anunció su repentino retiro de la labor social como activista en búsqueda de las personas desaparecidas en la región de Sonora. Su administradora, Silvia Velázquez. compartió un extenso mensaje donde enfatizó que el retiro será temporal mientras recupera su bienestar por la lucha contra la impunidad.

En su mensaje expedido en redes, Velázquez Rodelo relató que su salud mental se ha deteriorado pues ha experimentado severos "ataques emocionales“ relacionados con el arduo labor que implica ser ‘una madre buscadora’. Por lo que no podrá continuar la lucha hasta recuperar su bienestar, en su publicación múltiples comentarios de empatía le hicieron saber que el sentimiento era entendible, pues los labores de búsqueda son escenarios dolorosos y desafiantes para las agrupaciones.
Conforme a los datos de “El Universal”, la líder de Guerreras Buscadoras de Cajeme comenzó con su labor desde 2019, lo anterior en razón de los constantes casos de desaparición forzada que aquejaban a su entidad. En un acto de valentía, la mujer se adentró en múltiples fosas clandestinas y el hallazgo de restos óseos para ser una vía de esperanza en aquellos familiares y casos que se mantienen en impunidad.
Su lucha ha sido altamente significativa para la expedición de estrategias en casos aislados de la entidad, entre los más destacados está la participación en el hallazgo de restos óseos en el Campo 30 y en comunidades indígenas como Vícam.
Tras su salida, el colectivo de las Guerreras Buscadoras de Cajeme permanecerá en funcionamiento con la construcción de una red sólida de apoyo con el objetivo de seguir adelante en la búsqueda y localización de personas desaparecidas, así como en Sonora y otras regiones.