La condena a cadena perpetua dictada por una corte federal de Washington D.C. contra Rubén Oseguera González, alias “El Menchito”, ha puesto al descubierto el debilitamiento progresivo del núcleo que históricamente ha controlado al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
A este golpe se suma la reciente recaptura de Abraham Oseguera Cervantes, conocido como “Don Rodo”, y la extradición a Estados Unidos de Antonio Oseguera Cervantes, alias “Tony Montana”, ambos hermanos de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder de la organización criminal.
Debilitamiento del modelo de sucesión familiar
La condena contra El Menchito, sumada a los recientes reveses en el entorno más cercano del líder del cártel, ha reactivado las hipótesis de la desarticulación del modelo de mando familiar que había caracterizado al cártel desde su consolidación.
El periodista especializado en temas de seguridad, Óscar Balderas, en entrevista con Radio Fórmula, afirmó que los acontecimientos recientes desmantelan la estrategia hereditaria que había proyectado “El Mencho”.
“Estamos realmente viendo cómo se destruyen los planes originales de Nemesio Oseguera Cervantes para que el Cártel Jalisco Nueva Generación quedara en manos de su familia”, señaló. Según Balderas, el líder del cártel de las cuatro letras había concebido la estructura del grupo criminal como una empresa delictiva basada en el linaje: su hijo al frente, y sus hermanos como operadores principales.
El Menchito: figura simbólica, no operativa
El propio “Menchito”, detenido por primera vez en 2014 cuando tenía 24 años, había sido perfilado como el sucesor del liderazgo, aunque su papel operativo fue limitado. “Sin duda era un papel mucho más simbólico. El Mencho no tiene el perfil para poner en alguien tan joven decisiones tan importantes”, explicó el comunicador. Añadió que quienes realmente controlaban el cártel eran sus hermanos Don Rodo y Tony Montana.
En su análisis, Balderas describe al CJNG como un esquema de “triunvirato”, donde “El Mencho” encabezaba la organización; Don Rodo era el gran operador financiero y enlace político; yTony Montana, estratega de alianzas criminales, encargado de definir enfrentamientos y pactos con otras organizaciones, principalmente en jalisco.
Riesgo de fractura interna
La caída simultánea de estas tres figuras ha dejado un vacío de poder que, según Balderas, puede derivar en una disputa interna por el control del cártel.
“Esto obliga a que otros liderazgos que no son parte de la familia de “El Mencho empiecen a pensar que se pueden quedar con la estructura criminal del CJNG”, advirtió. Esta situación abriría paso a una pugna violenta entre mandos que consideran tener derecho al liderazgo por su capacidad operativa, no por vínculo sanguíneo.
Entre esos posibles nuevos liderazgos se encuentran jefes de plaza como Ricardo Ruiz Velasco, “El Doble R”; Acudías Flores Silva; “El Jardinero”; o Gonzalo Mendoza Gaytán,“El Sapo”, quienes han ganado presencia territorial y autonomía armada.
Balderas sostiene que, como ocurrió con el Cártel de Sinaloa tras la entrega de Ismael “El Mayo” Zambada, el CJNG podría entrar en un proceso de recomposición interna, donde el mando centralizado se disuelva y surjan facciones rivales.
Salud de “El Mencho” agrava la crisis
A ese panorama se suma otro factor: el estado de salud del Mencho. Diversos reportes de inteligencia apuntan a enfermedades crónicas que han limitado su capacidad de operación. “Hay varios reportes de que El Mencho es un hombre enfermo. Algunos hablan de cáncer, otros de diabetes, otros de insuficiencia renal”, dijo Balderas.
“Incluso ha mandado a construir hospitales en la zona de Los Altos de Jalisco para poder atenderse sin tener que bajar a Guadalajara”.
La posibilidad de un error táctico o una baja natural del líder también es considerada por analistas como un detonante potencial del conflicto interno. “Podría ser detenido o morir por causas naturales. O simplemente perder fuerza dentro de la estructura ante otros liderazgos que han ido creciendo”, indicó Balderas.
