Detectar una mentira puede ser una tarea compleja incluso para los profesionales más experimentados en el ámbito del cumplimiento de la ley o la psicología, a pesar del desarrollo de nuevas herramientas.
Según informó la Asociación Americana de Psicología (APA), los psicólogos han desarrollado métodos innovadores para ayudar a identificar el engaño, una habilidad crucial en investigaciones que van desde delitos menores hasta casos de terrorismo.
Aunque las herramientas tradicionales, como los detectores de mentiras, han demostrado ser poco confiables, los avances en psicología y tecnología están proporcionando nuevas formas de abordar este desafío pero sigue siendo un reto, ya que hay muchas variables en juego.
Indicadores psicológicos del engaño: pistas en el comportamiento humano
De acuerdo con la APA, los psicólogos han identificado una serie de señales que pueden delatar a una persona que miente. Entre estas pistas se encuentran cambios en las expresiones faciales, el lenguaje corporal y la elección de palabras.
Por ejemplo, las pupilas dilatadas pueden ser un indicio de tensión y concentración, mientras que un tono de voz más alto o el hábito de presionar los labios podrían sugerir nerviosismo. Estas características, aunque no son definitivas, ofrecen pistas valiosas para los investigadores.
Además, quienes interactúan con personas deshonestas suelen notar que estas parecen más tensas en comparación con quienes dicen la verdad. Sin embargo, la APA subraya que detectar mentiras no es una ciencia exacta, ya que estas señales pueden variar según el contexto y la persona.
Según GQ, el exagente especial del FBI y miembro fundador de la Unidad de Análisis del Comportamiento, Joe Navarro, compartió algunas claves para identificar cuando una persona podría estar mintiendo basándose en el lenguaje corporal y las reacciones fisiológicas, lo que puede ser útil en contextos cotidianos, desde conversaciones familiares hasta entornos más formales.
De acuerdo con GQ, Navarro señaló que uno de los indicadores más comunes de incomodidad o engaño se encuentra en los labios. Cuando una persona aprieta los labios, podría estar manifestando que algo no está bien. Este gesto, que puede parecer insignificante, es frecuente en situaciones de estrés, como al testificar ante un juez. Además, el nerviosismo puede provocar sequedad en la boca, lo que lleva a la persona a humedecer sus labios repetidamente con la lengua.
Otro aspecto destacado por Navarro, según informó GQ, es la respiración. Cuando alguien escucha una pregunta o responde a ella, un cambio en su patrón de respiración puede ser revelador. Si la persona exhala de manera notoria o parece ventilarse, esto podría ser un reflejo de malestar psicológico. Este tipo de reacción suele estar asociado a situaciones en las que la persona se siente presionada o incómoda, lo que podría ser indicativo de que no está siendo completamente honesta.
También resaltó que estas señales pueden aplicarse en situaciones comunes que van desde un hermano negando haber tomado una chamarra hasta un primo asegurando no haber usado una cuenta de Netflix ajena, pues las mentiras forman parte de las interacciones humanas y aunque muchas de estas situaciones no tienen consecuencias graves, la frustración de no saber si alguien está diciendo la verdad es universal.
La importancia de la observación en la detección de mentiras
Según lo publicado por GQ, el análisis del lenguaje corporal no se trata de encontrar una fórmula mágica para descubrir mentiras, sino de prestar atención a los detalles.
Los gestos, las expresiones faciales y las reacciones fisiológicas pueden proporcionar pistas sobre el estado emocional de una persona. Sin embargo, es fundamental considerar el contexto y no basar conclusiones únicamente en una señal aislada.
La investigación psicológica no sólo se limita a observar el comportamiento humano, sino que también ha dado lugar al desarrollo de herramientas tecnológicas avanzadas.
Según detalló la APA, los psicólogos están trabajando en programas de computación diseñados para analizar expresiones faciales y patrones de escritura. Estas herramientas buscan automatizar y perfeccionar la detección de mentiras, ofreciendo un apoyo crucial a los profesionales encargados de hacer cumplir la ley.
