
El jabón es un aliado fundamental en el cuidado de la piel, ya que, según su fórmula e ingredientes, puede aportar diversos beneficios. Los jabones líquidos, por ejemplo, suelen estar enriquecidos con agentes humectantes que no solo eliminan impurezas, sino que también ayudan a preservar la hidratación natural de la piel, dejándola suave y protegida.
Sin embargo, no todos los jabones cumplen con la función de cuidar la piel. Algunos contienen componentes agresivos que pueden resecarla o irritarla. Un estudio publicado en el American Journal of Infection Control y realizado por la Universidad Estatal de Washington señala que la espuma no es un indicador de eficacia, sino simplemente una sensación de limpieza y frescura.
Para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) de México llevó a cabo un estudio en el que analizó la composición química de 40 jabones. Este análisis permite conocer qué productos cumplen con su función sin comprometer la salud de la piel, brindando así una guía útil para elegir el jabón ideal.

¿Qué jabón recomienda la Profeco?
De acuerdo con la edición de noviembre de 2024 de la Revista del Consumidor, entre el 16 de mayo y el 15 de septiembre de 2023 se realizaron 444 pruebas a distintos jabones de tocador. Estas evaluaciones se llevaron a cabo bajo tres normativas, la NOM-002-SCFI-2011, relacionada con el contenido neto de productos preenvasados; la NOM-141-SSA1/SCFI-2012, que regula el etiquetado sanitario y comercial de los productos cosméticos; y la NMX-Q-003-NYCE-2018, que establece las especificaciones y métodos de prueba para los jabones de tocador.
La norma mexicana NMX-Q-003-NYCE-2018 define al jabón de tocador como un producto destinado a la limpieza e higiene de la piel, sin importar su estado físico. Puede elaborarse a través de la saponificación de grasas y aceites naturales, la neutralización de ácidos grasos o la combinación de distintas sustancias. Además, estos jabones pueden contener perfumes y otros ingredientes naturales o sintéticos que les otorguen propiedades cosméticas adicionales.
Para garantizar su calidad, la misma norma establece ciertos parámetros que deben cumplir los jabones de tocador. Entre ellos se encuentran un máximo de 22% de humedad, un mínimo de 40% de ácidos grasos totales, un límite de 0.05% de álcali libre (NaOH), hasta 1.5% de cloruros (NaCl) y un máximo de 6% de insolubles en alcohol. Estas especificaciones aseguran que el producto sea eficiente en la limpieza sin comprometer la salud de la piel.
Uno de los jabones recomendados por la Profeco en términos de calidad y precio es el Botanical Spa Frutos Rojos, de 125 g, con un costo de aproximadamente nueve pesos mexicanos.
Este jabón cumple con los estándares establecidos, destacando en su bajo contenido de álcali libre (0.038%-0.021%), humedad dentro del límite permitido (11%-13%) y un alto porcentaje de ácidos grasos totales (43%-75%), lo que lo convierte en una opción accesible y confiable para el cuidado de la piel.

Otras recomendaciones
Además del Botanical Spa Frutos Rojos, la Profeco recomienda otras opciones de jabones de tocador que cumplen con los estándares de calidad establecidos en la norma NMX-Q-003-NYCE-2018. Uno de ellos es el Palmolive de 100 g, con un precio aproximado de 11 pesos. Este producto destaca por su bajo contenido de álcali libre (0.029%), su porcentaje de humedad dentro del rango permitido (8%-16%) y un nivel de ácidos grasos totales que oscila entre el 61% y 67%, lo que garantiza una limpieza eficaz y una textura adecuada.
Entre las opciones más accesibles, Profeco recomienda el jabón Manilva de 150 gr, con un precio de 15 pesos. Su formulación incluye 0.035% de álcali libre, un 14% de humedad y un alto contenido de ácidos grasos totales (70%), lo que lo convierte en una alternativa económica sin sacrificar calidad. Además, su bajo nivel de cloruro de sodio (0.5%) y su reducido porcentaje de insolubles en alcohol (0.1%) lo hacen una opción confiable para la higiene diaria.
Otra alternativa destacada es el Precissimo de 100 g, con un costo de aproximadamente 9 pesos. Este jabón presenta un álcali libre de 0.027%, niveles de humedad entre 12% y 14%, y un contenido de ácidos grasos totales que varía del 60% al 73%, asegurando una limpieza efectiva sin resecar la piel. Además, su concentración de cloruro de sodio (0.2%-1.3%) y su porcentaje de insolubles en alcohol (0.5%) lo posicionan como una opción asequible y de calidad en el mercado.