En los últimos años el gobierno de México ha proporcionado visas humanitarias a miles de migrantes que desean cruzar hacia los Estados Unidos, y ante las restricciones impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, miles de personas han quedado varadas en territorio mexicano, donde muchas de ellas han encontrado oportunidades para establecerse de manera legal.
Más de 50 mil refugiados y solicitantes de asilo han encontrado un nuevo hogar en México, según informó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Este logro, alcanzado a través de un programa de integración local, ha permitido que estas personas accedan a servicios esenciales como salud, educación, vivienda y empleo, además de facilitarles el camino hacia la nacionalidad mexicana.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, calificó este esfuerzo como un ejemplo notable de solidaridad y liderazgo en la región.
De acuerdo con ACNUR, los refugiados provienen principalmente de la frontera sur de México y han sido reubicados en diversas ciudades industriales del país.
Este proceso se lleva a cabo mediante el Programa de Integración Local, una iniciativa coordinada entre las autoridades federales, los gobiernos locales y el sector privado.
Más de 650 empresas participan activamente en este programa, ofreciendo oportunidades laborales que han permitido a los refugiados contribuir a la economía mexicana con ingresos fiscales anuales estimados en 15 millones de dólares.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, elogió el compromiso de México con la protección y las soluciones para los refugiados, subrayando que este hito reafirma el liderazgo de América Latina en la materia.
Según detalló Dujarric, desde 2016, miles de hombres, mujeres y niños han logrado integrarse plenamente en las comunidades mexicanas, accediendo a derechos fundamentales y mejorando significativamente su calidad de vida.
Impacto social y económico de la integración de migrantes en México
Según datos de ACNUR, el 94% de los refugiados en edad laboral logra obtener un empleo formal en su primer mes en México.
Además, el 88% de los niños en edad escolar accede al sistema educativo, mientras que el 60% de las familias logra salir de la pobreza en el plazo de un año.
El esfuerzo de México ha sido reconocido a nivel internacional como un ejemplo de cómo los países pueden abordar los desafíos relacionados con los flujos migratorios y la protección de refugiados.
Según destacó Dujarric, este modelo de integración no solo beneficia a los refugiados, sino que también fortalece las comunidades que los acogen, promoviendo el desarrollo económico y social.
La ACNUR ha señalado que este tipo de iniciativas son fundamentales para garantizar que los refugiados puedan acceder a oportunidades que les permitan ser autosuficientes y contribuir al bienestar de las sociedades que los reciben. En este sentido, México se ha posicionado como un referente en la región, demostrando que la solidaridad y la cooperación pueden generar soluciones sostenibles para las personas desplazadas.
