“Los criminales tiemblan”: la crónica de una periodista de The New York Times sobre la situación en Sinaloa

Natalie Kitroeff narró cuáles han sido los cambios que el cártel ha implementado ante las presiones de EEUU y México

Guardar
Vista del inmueble utilizado por
Vista del inmueble utilizado por presuntos miembros del Cártel de Sinaloa entrevistados por el medio neoyorquino. (The New York Times)

Las advertencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de aranceles no sólo tuvieron un efecto directo en la diplomacia mexicana, sino que su impacto llegó, directamente, a las operaciones del Cártel de Sinaloa.

Ese fue uno de los planteamientos que Natalie Kitroeff, jefa de la oficina del New York Times en México, Centroamérica y el Caribe, compartió durante una reciente entrevista para el podcast The Daily.

Durante los últimos meses, a la par que las facciones de Los Chapitos y Los Mayos han protagonizado múltiples enfrentamientos, Kitroeff y una de sus colegas, Paulina Villegas, han publicado reportajes que arrojan luz sobre las entrañas de los grupos criminales.

Al inicio de la conversación, Kitroeff señala que decidió buscar la manera de adentrarse en los laboratorios clandestinos de fentanilo porque verlo con sus propios ojos era la única manera de entender el proceso que implica la fabricación de esta droga que, año con año, provoca decenas de miles de muertes en EEUU.

“No fue fácil, estos son laboratorios ilegales. ¿Cómo te introduces en una red que está operada por cárteles?”, expuso la periodista, quien en el año 2021 fue nominada al premio Pulitzer por su cobertura sobre el asesinato de Jovenel Moïse, presidente de Haití.

Después de múltiples viajes a Sinaloa, Natalie y Paulina consiguieron algunos contactos dentro de la organización criminal y fue así como obtuvieron una invitación para acudir a una de las instalaciones en diciembre de 2024.

La comunicadora es experta en
La comunicadora es experta en temas de finanzas, migración y trabajo en el campo. Foto: TW @2024_4T

Los detalles de dicha visita fueron publicados por las periodistas en The New York Times a finales de año. De manera inmediata, su reportaje recibió múltiples cuestionamientos, incluso, por parte de autoridades militares y sanitarias de México.

Un par de meses más tarde, luego de que surgieran las primeras fricciones entre los gobiernos de Trump y Claudia Sheinbaum por el tema arancelario, Kitroeff se propuso visitar nuevamente la cuna del cártel para ver si, en efecto, las presiones de EEUU para combatir al crimen organizado tendrían algún efecto.

“Es muy difícil imaginar un impacto real a las operaciones de producción que requieren muy poco y pueden ser restablecidas de un momento a otro en un lugar que está bajo el dominio de una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo”, manifestó la periodista en el podcast.

Kitroeff se mantenía escéptica al respecto, pero cuando viajó de nuevo a Culiacán encontró un panorama distinto. “Parecía que las dinámicas habían cambiado por completo desde la última vez que estuvimos ahí. Nuestros contactos en el cártel nos dijeron que prácticamente no había producción de fentanilo en la ciudad, se había desplomado", narró.

Los ‘cocineros’ que antes habían invitado a Natalie y Paulina a conocer su laboratorio les dijeron que ya habían desmantelado todo. “El gobierno ha tomado medidas tan intensas y estamos bajo tanto escrutinio y presión que no estamos cocinando nada”, le aseguró el miembro del cártel.

El principal cambio entre esta visita y la anterior, según Kitroeff, recayó en que “Trump y su administración están lanzando muchas amenazas y el gobierno mexicano está respondiendo como nunca antes. Previamente, las autoridades ya estaban en las calles, pero los miembros del cártel dijeron que el ambiente estaba ‘más caliente’ que en otros momentos".

En sus entrevistas con miembros del grupo criminal, la periodista incluso tuvo conocimiento de que algunos cabecillas tomaron medidas como despedir personas y vender varias de sus propiedades para tener ingresos “porque en este momento no hay laboratorios”.

Uno de los momentos en el que las reporteras percibieron esta modificación en el comportamiento del cártel fue cuando visitaron a un miembro de alto rango, cuya identidad se mantiene anónima.

El opioide sintético fentanilo en
El opioide sintético fentanilo en un laboratorio químico de investigación, en una fotografía de archivo. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

“Cuando nos acercamos a él nos dijo que se enteró de un fuerte operativo y, genuinamente, le temblaban las manos frente a nosotras”, dijo la periodista. Según sus declaraciones, el cabecilla criminal reconoció que “la única opción para mí en este momento es sobrevivir, no estamos cocinando, no estamos haciendo fentanilo. Quizá sea temporal, estamos mudando nuestros laboratorios a otros lugares, pero justo ahora no voy a salir de mi casa”. Ante esto, Kitroeff identificó que su interlocutor “estaba demasiado asustado”.

En un momento de la charla, el entrevistador cuestionó a Kitroeff sobre las razones por las cuales la producción de fentanilo se ha concentrado en México y no en ciudades fronterizas de Estados Unidos.

“Teóricamente podrías hacer fentanilo en otros lugares, como Texas, pero las condiciones no son tan óptimas como lo son en México, ahí hay toda una infraestructura que sostiene esto”, señaló la periodista.

A lo anterior se suma el hecho de que “el Cártel de Sinaloa tiene años de experiencia en la producción industrializada de drogas, incluida la metanfetamina, y en corromper a las autoridades mexicanas”.

Hacia el final de la charla, Kitroeff mencionó que “hay que tener en cuenta que los operativos en contra de la producción de fentanilo se han concentrado principalmente en Sinaloa, es un estado muy importante pero es sólo uno“.

Aunque los arrestos, cateos y desmantelamientos han incrementado notoriamente en los últimos meses, la periodista recalcó que hay laboratorios de fentanilo en otras regiones del país.

“La expansión de estas medidas requeriría demasiados recursos, muchas tropas, muchos trabajos de inteligencia y mucha voluntad, todo durante un largo período para hacer una verdadera diferencia”, sentenció.