En la sesión vespertina del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva de este órgano legislativo, tomó un momento para dedicar un emotivo mensaje para María de la Luz Velázquez Villalobos, su abuela materna y a quien reconoce como una mujer que “le permitió terminar la universidad”.
La historia de superación del morenista se incluyó en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en la Cámara Alta, donde senadoras tomaron la tribuna para leer y, a su vez, exponer diversos testimonios de mujeres que fueron víctimas de violencia sexual o doméstica, hostigamiento, discriminaciones, así como cualquier otro tipo de agresiones contra mujeres.
En ese espacio, y entre lágrimas, Noroña aprovechó para contar que su abuela era una mujer indígena que, al terminar la primaria, se casó, pero decidió divorciarse porque el matrimonio se tornó violento. Todo esto en una época donde era “mal visto” terminar una relación.
“Tuve que sacar como costurera sola a mis tres hijos: Daniel, Rosa María y Rebeca Noroña Velázquez (...) Saqué sola a mis cinco nietos con la costura, a contracorriente, pobre. Comíamos tres veces al día y logré que mi nieto y mi nieta fueran a la universidad (...) Perdón (...). Larga vida a María de la Luz Velázquez Villalobos”, fueron las palabras que pronunció antes de romper en llanto y recibir el respaldo de sus compañeras de bancada.
Tunden a Noroña por instrumentalizar el relato en la Cámara de Senadores
A pesar de recibir el aplauso y el apoyo de sus compañeras legisladoras, las redes sociales —mayormente mujeres y activistas feministas en la red social X— no vieron con buenos ojos las acciones del presidente del Senado. La principal crítica vino de la forma en que Noroña quiso “utilizar el relato para ser el protagonista de la situación”.
“El histriónico Fernández Noroña llorando hoy en el Senado es lo más mamerto que verás en mucho tiempo. Se puso a chillar al recordar a su abuela. Le entró lo ‘feminista’, pero nomás lo es con las de su familia, sino pregúntenle a las juezas cómo las ha maltratado estos meses”, comento una usuaria en X.
Otro de los señalamientos en contra de este suceso fue la condescendencia con la que se le trató a Noroña, dado que se le dio más importancia a él que a lo dicho y a la situación que enfrentó la víctima en vida.
La condescendencia y el protagonismo masculino en el feminismo
En los debates sobre el feminismo, la condescendencia y el protagonismo de los hombres han sido señalados como obstáculos para la lucha por la igualdad de género. La condescendencia se manifiesta cuando los hombres asumen una actitud paternalista hacia las mujeres, lo cual lleva a minimizar sus experiencias o explicar conceptos que ellas ya conocen (conocido también como Mansplaining)
Por otro lado, el protagonismo varonil ocurre cuando ellos intentan centrar la conversación en sus perspectivas, al tiempo que restan espacio a las voces de las mujeres. Esto puede darse en conferencias, debates o incluso en redes sociales, donde algunos hombres presentan sus opiniones como imprescindibles en una lucha que históricamente ha sido impulsada por el género femenino.
Diversos sectores feministas han señalado que la participación masculina en la lucha por la igualdad es bienvenida, pero debe ser desde una posición de apoyo y no de liderazgo. En este sentido, se enfatiza la importancia de escuchar y amplificar las voces femeninas en lugar de ocupar espacios que les corresponden.
