La controversia en torno a Imelda Tuñón continúa creciendo. Según reportó el periodista Carlos Jiménez, conocido en redes sociales como C4 Jiménez, las autoridades detuvieron recientemente a un individuo señalado como el presunto proveedor de sustancias ilícitas de la actriz.
Este hecho se suma a una serie de polémicas que han rodeado a Tuñón, quien recientemente recuperó la custodia de su hijo tras un mes bajo el cuidado de su suegra, la reconocida actriz Maribel Guardia.
En las últimas horas, C4 ha información que, aparentemente, muestran a la actriz dando instrucciones para la adquisición y entrega de sustancias ilegales.
Estas presuntas pruebas, compartidas por C4 Jiménez a través de la red social X (anteriormente Twitter), incluyen mensajes de texto y un video en el que Tuñón supuestamente solicita información sobre un vehículo que transportaría dichas sustancias. También se habla de la famosa droga tusi.
Recordemos que recientemente se reveló que Maribel Guardia tiene una orden de restricción para con el niño, misma que según su representante legal es “improcedente”.
Al parecer, pese a que el menor de edad volvió con su madre, las controversias con Maribel Guardia apenas están empezando.
Qué es la tusi, droga supuestamente adquirida por la nuera de Maribel Guardia
La “tusi” es una droga recreativa de consumo creciente, conocida también como “cocaína rosa” debido a su presentación en polvo rosado.
Contrario a la creencia popular, no está relacionada químicamente con la cocaína. Su composición suele ser una mezcla de varias sustancias sintéticas y su principal componente es la 2C-B, un psicodélico de la familia de las fenetilaminas desarrollado originalmente en la década de 1970.
La 2C-B produce efectos alucinógenos y estimulantes, que suelen variar dependiendo de la dosis y del organismo del consumidor. Sin embargo, muchas veces el producto vendido como “tusi” contiene adulterantes como ketamina, MDMA o cafeína, lo que hace difícil predecir sus efectos y aumenta el riesgo para la salud.
El uso de tusi se ha popularizado en fiestas y ambientes nocturnos debido a su asociación con sensaciones eufóricas y alteraciones perceptuales. No obstante, su consumo puede acarrear riesgos graves como ansiedad, alteraciones cardiovasculares, paranoia, alucinaciones intensas y, en casos extremos, intoxicación severa. Además, al ser una droga no regulada, su composición exacta es desconocida, lo que incrementa la posibilidad de efectos adversos inesperados.
