La Zona Paleontológica de Rincón Colorado, ubicada en el estado de Coahuila, ha sido reconocida a nivel internacional al ser incluida en el libro Sitios de interés geológico de Iberoamérica, publicado por la Asociación de Servicios de Geología y Minería Iberoamericanos (ASGMI).
Esta obra reúne 73 lugares de relevancia geológica en 16 países, abarcando antigüedades que van desde hace más de 2.000 millones de años hasta el presente.
La selección de estos sitios busca destacar su importancia para la humanidad y su contribución al conocimiento geocientífico.
México cuenta con cinco sitios destacados en esta obra: los megacristales de selenita de la mina de Naica, en Chihuahua; los manantiales del valle de Cuatro Ciénegas, también en Coahuila; el volcán Paricutín, en Michoacán; la tsunamita de Chicxulub y el límite Cretácico-Paleoceno, en Yucatán; y finalmente, Rincón Colorado, que es la única zona paleontológica del país incluida en el libro.
Este sitio se encuentra bajo la custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Un monumento nacional de los dinosaurios en México
Rincón Colorado, situado a 43 kilómetros al sureste de Saltillo, Coahuila, es descrito en el libro como un punto clave para el estudio y registro de información sobre dinosaurios.
El sitio fue descubierto de manera accidental a finales de la década de 1970 por un buscador de tesoros. Sin embargo, no fue hasta 1990 que comenzó su exploración y estudio sistemático. Debido a la abundancia de material paleontológico encontrado en un área relativamente pequeña, se le otorgó el título de “El Monumento Nacional de los Dinosaurios en México”.
La relevancia paleontológica de Rincón Colorado radica en la evidencia de flora y fauna que data de hace 72 millones de años, lo que permite reconstruir ambientes marinos, transicionales y terrestres del pasado.
La calidad y cantidad de fósiles recuperados en este lugar lo convierten en un espacio ideal para la investigación científica y el desarrollo de actividades educativas. Este patrimonio ha sido protegido y promovido por el INAH, que en 2014 presentó una propuesta integral para su conservación y uso educativo.
Entre 2014 y 2018, el INAH implementó un proyecto para equipar y desarrollar infraestructura en Rincón Colorado, con el objetivo de garantizar su adecuada presentación al público.
Las instalaciones fueron diseñadas respetando el paisaje natural y utilizando sistemas constructivos locales, como estructuras de tierra. Además, se incorporaron energías renovables para su operación, en línea con un enfoque sostenible.
El sitio cuenta con áreas visibles al público que cumplen con las normativas del INAH para zonas abiertas a visitas.
