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El reclutamiento de menores por parte del crimen organizado no es un fenómeno reciente en México, pero sí lo es la estrategia de atraerlos a través de videojuegos, chats, servicios de mensajería y redes sociales.
Estas prácticas suelen desarrollarse dentro de comunidades de juegos como Free Fire, Battlefield, Fortnite o Call of Duty, entre otros, convirtiéndolos en espacios donde los delincuentes buscan captar a jóvenes.
Esta tendencia ha sido señalada por las autoridades como un riesgo creciente; sin embargo, hasta el momento no existen reportes oficiales que cuantifiquen cuántos menores han sido persuadidos o forzados a participar en actividades delictivas.Uno de los métodos más utilizados por los criminales consiste en difundir invitaciones a través de redes sociales, servicios de mensajería, chats en videojuegos y comunidades en línea.
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Plataformas como Twitch, Discord, Facebook, Instagram y TikTok se han convertido en espacios donde buscan captar a jóvenes con fines ilícitos. Una vez contactados, los menores son presionados para involucrarse en actividades ilícitas, ya sea mediante amenazas directas contra ellos, sus familias o amigos, o a través de engaños con falsas promesas de empleo y altos ingresos, aprovechando su vulnerabilidad económica.
En muchas regiones del país, las opciones para los jóvenes son limitadas: ingresar al comercio informal, migrar a Estados Unidos o ser reclutados por el crimen organizado.Además, algunas organizaciones criminales recurren a la retención de documentos de personas migrantes, la privación de la libertad y diversas formas de coerción para forzar a niños y adolescentes a participar en actividades delictivas.
Los criminales analizan a sus posibles víctimas a partir de la información que comparten en redes sociales, chats o videojuegos, incluyendo sus hábitos, aficiones, rutina diaria, lugar de residencia y detalles sobre familiares y amigos. Con estos datos, crean perfiles personalizados para atraerlos mediante falsas ofertas de empleo, dinero o regalos.
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En el entorno digital, también pueden ganarse su confianza ofreciéndoles incentivos relacionados con los juegos, como trucos, tutoriales o ítems valiosos, entre ellos power-ups (mejoras temporales), loot (botines y recompensas), consumibles (pociones o vidas extra), equipamiento (armas y armaduras), recursos (materiales recolectables o intercambiables) y habilidades o perks (mejoras en el desempeño del personaje).
Es fundamental destacar que el crimen organizado ha encontrado en las redes sociales y los videojuegos un espacio ideal para captar a niños y jóvenes, quienes pasan gran parte de su tiempo en estas plataformas.
A esto se suma la falta de oportunidades laborales y la pobreza en el país, factores que los vuelven más vulnerables.A través de anuncios engañosos y ofertas de empleo falsas que prometen salarios por encima del promedio, sin necesidad de documentación ni estudios, los jóvenes son atraídos, secuestrados y forzados a integrarse a actividades ilícitas.
De esta manera, las redes sociales y los videojuegos se convierten en un terreno propicio para el reclutamiento, ya que los criminales han aprendido a aprovechar estos nuevos entornos digitales de interacción y comunicación.En este contexto, el proceso de reclutamiento se da en distintas formas:- Cuando las organizaciones criminales se aprovechan de la narcocultura y la violencia presentes en el país para identificar, a través de videojuegos de combate, a niños y jóvenes que muestran interés en este estilo de vida, logrando así persuadirlos con engaños.
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- Cuando el grupo criminal identifica a niños y jóvenes que lideran comunidades dentro de su entorno, ya sea en redes sociales o videojuegos, y que tienen la capacidad de atraer a otros menores que los admiran y siguen. Estos líderes potenciales pueden, a su vez, convertirse en aliados delictivos, ayudando a reclutar a más jóvenes para integrar nuevos miembros a los círculos criminales.
- Cuando el grupo criminal se enfoca en identificar a niños y jóvenes de familias con dificultades económicas dentro de comunidades de videojuegos y redes sociales. A estos menores les ofrecen falsas oportunidades de empleo o dinero a cambio de realizar actividades ilícitas, llegando incluso a secuestrarlos para forzarlos a unirse al crimen organizado.
- Cuando el grupo criminal intimida a niños y jóvenes, amenazándolos con hacerles daño a ellos o a sus familias si se niegan a realizar las actividades ilícitas que se les ordenan. Estos menores, generalmente, terminan siendo secuestrados y forzados a cometer actos delictivos en nombre del crimen organizado.
- Cuando los grupos criminales reclutan a niños y jóvenes para involucrarlos en actividades ilegales asociadas con otras organizaciones delictivas, que ofrecen grandes sumas de dinero para cometer delitos como abuso infantil, pederastia, pornografía infantil o tráfico de órganos.
- Cuando el grupo criminal se enfoca en identificar a niños y adolescentes con problemas o con dinámicas familiares difíciles. A estos menores, a menudo considerados problemáticos, se les ofrece consuelo y comprensión, siendo manipulados emocionalmente por delincuentes que los hacen sentir escuchados, comprendidos y valorados, para luego influir en ellos y que realicen las actividades ilícitas que se les solicitan.
Para proteger a los menores en el entorno digital, en lugar de imponer prohibiciones, es esencial promover una supervisión activa por parte de padres, madres, maestros y amigos. Esto implica estar atentos a los juegos que juegan, las personas con las que interactúan y las conversaciones que mantienen en línea.
Es vital enseñarles a no compartir información personal y a establecer límites en el tiempo que pasan en estas plataformas. Además, fortalecer un vínculo de confianza y cercanía les permitirá sentirse seguros para pedir ayuda cuando lo necesiten.
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Víctor Ruiz. Fundador de SILIKN | Emprendedor Tecnológico | (ISC)² Certified in Cybersecurity℠ (CC) | Cyber Security Certified Trainer (CSCT™) | EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) | EC-Council Certified Cybersecurity Technician (CCT) | Cisco Ethical Hacker | Líder del Capítulo Querétaro de OWASP.