La obesidad infantil en México se ha convertido en una crisis de salud pública. Según el Atlas de riesgos para la nutrición de la niñez en México, elaborado por Save the Children y el Centro de Estudios para el Desarrollo Integral de la Niñez (CEIDON), la prevalencia de obesidad infantil se ha duplicado en los últimos 20 años, pasando del 9% en 1999 al 17.5% en 2023. Actualmente, más de 16 millones de niños y adolescentes en el país padecen sobrepeso u obesidad, una situación alarmante que exige una respuesta inmediata.
Factores que han impulsado el aumento de la obesidad infantil
El crecimiento de la obesidad infantil en México es resultado de diversos factores interconectados. Entre ellos, destaca el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados ricos en azúcares, grasas y sal, que han reemplazado a una alimentación balanceada. México es el principal consumidor mundial de refrescos y bebidas azucaradas, con un promedio de 184 litros por persona al año.
A esto se suma la reducción en los niveles de actividad física, exacerbada por el uso excesivo de dispositivos electrónicos. Muchos niños pasan horas frente a pantallas en lugar de realizar actividades al aire libre. Además, el entorno familiar y social juega un papel crucial, ya que muchas familias tienen recursos limitados y enfrentan dificultades para acceder a alimentos saludables y a espacios seguros para el ejercicio físico.
La estrategia de la SEP para combatir la obesidad infantil
Ante este panorama, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha anunciado una estrategia nacional para prevenir y reducir la obesidad infantil en todas las escuelas públicas de educación básica.
El secretario de Educación Pública, Mario Delgado, informó a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter) que a partir del 12 de marzo de 2025 se desplegarán más de 730 brigadas de especialistas en todo el país. Estas brigadas visitarán las primarias públicas para realizar un censo de peso y talla de los estudiantes, detectar desbalances nutricionales, identificar deficiencias visuales y evaluar la salud bucal de los niños y niñas.
Además, se implementarán acciones concretas para fomentar hábitos saludables. Entre estas medidas se incluyen la promoción de la actividad física, la higiene bucal, el cuidado de la vista, la salud emocional y la prevención de adicciones.
Esta estrategia busca no solo diagnosticar problemas de salud en la infancia, sino también generar un cambio de hábitos desde la etapa escolar. Con estas acciones, la SEP busca enfrentar el grave problema de obesidad infantil en México y mejorar la calidad de vida de las nuevas generaciones.
