
Un gesto cotidiano que podría pasar desapercibido, como colocar el teléfono móvil boca abajo, ha despertado sospechas en el ámbito de las relaciones de pareja. Según un artículo publicado por Body and Soul, este comportamiento, que podría parecer trivial, ha sido relacionado con posibles intentos de ocultar información, especialmente en el contexto de relaciones extramaritales.
Para entender mejor la situación, el medio detalló que un ejemplo común de este hábito es el caso de “Boyfriend Dave”, quien constantemente coloca su teléfono boca abajo, ya sea en la mesa de la cocina, en la mesita de noche o incluso en el bar. Este patrón de comportamiento, aunque podría ser simplemente una preferencia personal, ha generado dudas sobre si podría ser una señal de que alguien intenta evitar que su pareja vea notificaciones o mensajes en la pantalla del dispositivo.
Esto a su vez incrementó la inseguridad entre múltiples parejas, ya que en redes sociales se comparten imágenes y videos que relacionan esta acción directamente con una infidelidad, por lo que hoy compartiremos qué dice la psicología al respecto.
El papel del celular en las infidelidades

De acuerdo con una encuesta realizada por el sitio web de citas extramaritales Ashley Madison, el teléfono es el principal medio de comunicación utilizado por personas que engañan a sus parejas y el estudio, que incluyó a 1,500 usuarios de la plataforma, reveló que el 56 % de los encuestados utiliza su móvil como herramienta principal para mantener contacto con sus amantes.
Otros métodos de comunicación también fueron destacados en la encuesta y entre ellos figuró el correo electrónico, el cual ocupa el segundo lugar, con un 44 % de los participantes utilizándolo para comunicarse. En tercer lugar, con un 20 %, se encuentran las aplicaciones de citas y los mensajes directos en redes sociales. Finalmente, un 11 % de los encuestados admitió recurrir a un teléfono secreto para mantener sus relaciones extramaritales en secreto.
Estos datos subrayan la importancia del teléfono móvil en el contexto de las infidelidades, lo que podría explicar por qué ciertos comportamientos relacionados con el uso del dispositivo, como colocarlo boca abajo, generan desconfianza en las parejas.
El artículo de Body and Soul plantea la posibilidad de que este hábito no siempre esté relacionado con la infidelidad. Aunque es comprensible que algunas personas se sientan incómodas al no poder ver la pantalla del teléfono de su pareja, también es posible que este comportamiento tenga explicaciones más inocentes.
Por ejemplo, alguien podría colocar su teléfono boca abajo para evitar distracciones durante una conversación o para proteger la pantalla de arañazos. Sin embargo, también señaló que la creciente paranoia en torno a este tema ha sido alimentada por la viralización de memes y discusiones en internet.
Estas publicaciones suelen presentar el hábito de colocar el teléfono boca abajo como una señal inequívoca de que alguien tiene algo que ocultar, lo que ha generado reacciones mixtas entre los usuarios.
El impacto de la tecnología en las relaciones

La tecnología, y en particular el uso de celulares, ha transformado significativamente la dinámica de las relaciones de pareja. Según lo reportado por Body and Soul, el acceso constante a dispositivos móviles y plataformas de comunicación ha facilitado tanto la conexión como la desconexión entre las personas.
Por un lado, los teléfonos permiten a las parejas mantenerse en contacto de manera instantánea, pero, por otro, también pueden convertirse en herramientas para ocultar secretos.
Este doble filo de la tecnología ha llevado a muchas personas a cuestionar los hábitos de sus parejas y a buscar señales de posibles engaños en comportamientos que, en otros contextos, podrían ser completamente inofensivos.
De acuerdo con el reporte digital de España 2022, el 87.1% de la población en España dedica casi dos horas diarias a las redes sociales. Estas plataformas han dejado de ser simples herramientas de comunicación para convertirse en agentes de influencia social y motores de nuevos modelos de negocio.
En España, 40,7 millones de personas utilizan aplicaciones de mensajería instantánea para mantenerse en contacto con familiares, amigos y colegas, lo que refleja la centralidad de estas tecnologías en la vida diaria.
El uso de redes sociales como Instagram, Twitter y LinkedIn se ha integrado en la rutina de muchas personas, al punto de que revisar estas plataformas antes de desayunar se ha convertido en un hábito común. Este fenómeno no solo evidencia la dependencia de estas herramientas, sino también su capacidad para moldear comportamientos y establecer nuevas dinámicas sociales.