La figura de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, se ha convertido en una de las más enigmáticas dentro del mundo del crimen organizado en México. Líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), su nombre es sinónimo de poder y violencia, y desde hace años las agencias de seguridad han intentado dar con su paradero sin éxito.
En los últimos meses versiones sobre su estado de salud han cobrado fuerza, sugiriendo que el capo podría estar enfrentando un deterioro físico significativo o que incluso estaría muerto.
Ante estas versiones, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, fue cuestionado por un reportero durante la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Durante su intervención García Harfuch respondió: “No tenemos conocimiento de algo nuevo (sobre la salud de “El Mencho”), más que lo que se sabe, que tiene alguna deficiencia renal, pero no hay ningún hallazgo nuevo”.
Cuando se le preguntó si el líder del CJNG se encontraba en un estado grave de salud, el funcionario respondió de manera tajante: “Al respecto no tenemos nada de eso”.
Las declaraciones del titular de la SSPC reafirman lo que se ha señalado desde hace semanas acerca de la salud del también conocido como “El Señor de los Gallos”, quien además habría limitado su movilidad.
El hospital privado y la zona de resguardo
Informes de inteligencia han sostenido desde hace años que “El Mencho” requiere atención médica especializada. El medio El Universal reveló que en 2019 el gabinete de seguridad del Gobierno Federal identificó un hospital presuntamente construido por el líder criminal en El Alcíhuatl, Jalisco, en el municipio de Villa Purificación.
Este centro médico, ubicado en una zona arbolada y de difícil acceso, habría sido equipado exclusivamente para Oseguera Cervantes y su círculo cercano. Además, se ha señalado que en la zona serrana de Jalisco operan médicos y personal de salud vinculados al CJNG, lo que sugiere que el capo recibe tratamiento dentro de su propio refugio.
Reportes recientes del periodista Ángel Hernández, citando fuentes de inteligencia castrense, señalan que el cinturón de protección de Oseguera Cervantes abarca al menos seis municipios jaliscienses: Mascota, Talpa de Allende, Villa Purificación, El Grullo, Autlán de Navarro y Tomatlán.
La presencia de grupos armados y la geografía accidentada han permitido al capo mantenerse fuera del alcance de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, la necesidad de asistencia médica frecuente podría ser un punto vulnerable en su esquema de resguardo.
Rumores sobre su muerte y la recompensa
La incertidumbre sobre el estado de salud de “El Mencho” ha dado pie a numerosos rumores. En junio de 2020, por ejemplo, circularon versiones sobre su muerte, las cuales fueron desmentidas por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. “Se comprobó que fue un rumor, no sucedió lo que se mencionaba, que había sido detenido o que había fallecido”, afirmó en su momento el exmandatario.
Desde entonces, las dudas han persistido. La semana pasada el periodista Ángel Hernández comentó al medio Pie de Nota que fuentes del gobierno de Estados Unidos han reconocido que no han podido confirmar si el capo sigue con vida, pero han notado una reducción considerable en su movilidad fuera de su zona de seguridad.
Para Washington, la captura de Oseguera Cervantes sigue siendo una prioridad. En diciembre de 2024, el Departamento de Estado de Estados Unidos incrementó la recompensa por información que lleve a su arresto a 15 millones de dólares, lo que lo convierte en uno de los fugitivos más buscados a nivel internacional.
¿Qué es la insuficiencia renal?
La insuficiencia renal es una afección en la que los riñones dejan de funcionar correctamente, perdiendo la capacidad de filtrar desechos, equilibrar líquidos y mantener niveles adecuados de electrolitos en la sangre.
Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK), esta enfermedad puede manifestarse de dos formas: aguda, cuando ocurre de manera repentina debido a infecciones, deshidratación severa o toxicidad por medicamentos; o crónica, cuando la pérdida de función es progresiva y permanente, avanzando lentamente hasta la enfermedad renal en etapa terminal (ESRD, por sus siglas en inglés).
La Mayo Clinic indica que en las primeras fases, la insuficiencia renal crónica puede ser asintomática o presentar síntomas leves, pero a medida que progresa, los pacientes pueden experimentar fatiga extrema, debilidad, calambres musculares, náuseas, hinchazón en extremidades, disminución en la producción de orina y dificultad para respirar.
Además, la acumulación de toxinas en el organismo puede provocar presión arterial elevada, alteraciones neurológicas, enfermedades cardiovasculares y daño óseo, aumentando el riesgo de complicaciones graves.
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las principales causas de insuficiencia renal crónica son la diabetes, la hipertensión arterial y enfermedades autoinmunes como el lupus, aunque también pueden influir infecciones renales recurrentes, el consumo prolongado de analgésicos y ciertos trastornos hereditarios.
En sus etapas avanzadas, la enfermedad puede requerir diálisis regular o un trasplante de riñón para evitar el desenlace fatal, ya que cuando los riñones dejan de funcionar completamente, el cuerpo no puede eliminar toxinas ni mantener el equilibrio de líquidos por sí mismo.
El tratamiento de la insuficiencia renal varía según la causa y la fase de la enfermedad, incluyendo cambios en la dieta, control estricto de la presión arterial, medicamentos para retrasar el deterioro renal y, en casos graves, terapia de reemplazo renal.
