México fue uno de los países que más sufrieron por los estragos de la pandemia de Covid-19 que aquejó a todo el mundo. Sin embargo, pese a que se trató de una emergencia fuera de lo común, para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es alarmante que las cifras subieran en vez de bajar.
De acuerdo con datos oficiales de la institución, de enero a septiembre de 2024 se registraron 610 mil 404 deceso, lo que representa un 9.6% más de los 557 mil 189 que se reportaron en el mismo periodo pero en 2019, exactamente un año antes de que se desatara la alerta mundial.
Incremento en la tasa de defunciones en 2024 frena la tendencia a la baja
El comportamiento de la tasa de defunciones en el país ha mostrado variaciones significativas en los últimos años, y los datos preliminares de 2024 indican un freno en la tendencia a la baja que se había observado desde 2021. La proporción de fallecimientos en el último año fue de 470 casos por cada 100 mil habitantes, lo que representa un aumento del 1.8% en comparación con 2023 y un 7.1% más que en 2019.
Desde 2017 hasta 2019, la tasa de defunciones registradas aumentó de 419 a 439 muertes por cada 100 mil habitantes, con un incremento de 19.5 puntos. Sin embargo, entre 2019 y 2020, y de 2020 a 2021, los aumentos fueron más pronunciados, con 178 y 80 unidades respectivamente, alcanzando un máximo de 696 decesos por cada 100 mil habitantes. A partir de 2021, la tasa comenzó a disminuir: en 2022 y 2023 se registraron reducciones de 195 y 40 puntos, respectivamente, situándose en 461 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, un nivel cercano a las cifras de 2019. No obstante, en 2024 esta tendencia descendente se detuvo.
Según datos preliminares, el 44.1% de las defunciones en 2024 correspondieron a mujeres y el 55.8% a hombres. En 332 casos (0.1%), no se especificó el sexo de la persona fallecida. Enero fue el mes con mayor número de fallecimientos, representando el 12.9% del total anual, seguido por mayo (12.0%) y febrero (11.3%).
Las tasas de defunciones por cada 100 mil habitantes fueron más elevadas en los grupos de edad a partir de los 45 a 54 años. En 2024, con excepción de los menores de 15 años y del grupo de 25 a 34 años, todos los demás segmentos de edad registraron incrementos en sus tasas de mortalidad respecto a 2023.
A nivel estatal, Chihuahua presentó la tasa más alta de defunciones con 573 decesos por cada 100 mil habitantes, seguido de Tabasco (564), Colima (561), Morelos y Quintana Roo (ambos con 551). En contraste, los estados con las tasas más bajas fueron Sinaloa (389), Guerrero (393), Tlaxcala (399), Hidalgo (412) y Nayarit (422).
Principales causas de defunción
Las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos se mantuvieron como las tres principales causas de muerte en el país. Aunque estas afectaciones afectan tanto a hombres como a mujeres, a partir del cuarto lugar se observan diferencias de género en las causas de defunción más comunes.
Durante el periodo enero-septiembre de 2024, las enfermedades del corazón sumaron 145 mil defunciones, un aumento del 2.4% respecto a los 142 mil casos del año anterior. La diabetes mellitus, en segundo lugar, registró 84 casos por cada 100 mil habitantes en los primeros nueve meses del año, con un aumento del 3.0% respecto a 2023.
Los tumores malignos, en tercera posición, mostraron un incremento del 4.7% anual. Las enfermedades del hígado también aumentaron en un 1.2%, mientras que los accidentes fueron la única causa principal de muerte que mostró una reducción del 0.8% en el periodo de referencia.
Instituciones gubernamentales avalan datos
Los datos presentados son preliminares y provienen de los registros administrativos generados a partir de los certificados de defunción del Registro Civil y de los Servicios Médicos Forenses. Además, se complementan con las actas de defunción del Registro Civil y con los cuadernos estadísticos proporcionados por las Agencias del Ministerio Público.
El freno en la tendencia a la baja de la mortalidad resalta la importancia de seguir evaluando los factores que influyen en la salud pública y el bienestar de la población. Las autoridades deberán analizar estas cifras para diseñar estrategias que permitan mejorar la calidad de vida y reducir los índices de mortalidad en el país.
