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La salud mental no depende únicamente de la ausencia de estrés, sino de una serie de hábitos que conectan cuerpo y mente, según explicó Gerardo Sánchez Dinorín, investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante una charla titulada “¿Cómo regular mi cuerpo para mejorar mi salud mental?”, el especialista destacó que prácticas como una alimentación equilibrada, un sueño adecuado, la actividad física, la respiración consciente y la atención plena son esenciales para alcanzar una mejor salud mental.
De acuerdo con lo publicado por la Gaceta Digital UNAM, Sánchez Dinorín enfatizó que el sistema nervioso no sólo emite órdenes hacia los músculos y órganos, sino que también recibe información del cuerpo, como la postura y el estado de las vísceras, lo que influye directamente en cómo las personas procesan las experiencias diarias.
Hábitos que mejoran la salud mental
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En el marco del octavo ciclo de conferencias “UNAMirada desde la psicología”, esta charla ofreció a los asistentes herramientas prácticas y conocimientos científicos para cuidar su salud mental, destacando la conexión inseparable entre cuerpo y mente.
Uno de los pilares fundamentales para el bienestar mental, según detalló el académico, es la alimentación. Sánchez Dinorín explicó que la microbiota intestinal desempeña un papel crucial en este aspecto, ya que tiene cuatro funciones principales: apoyar el metabolismo, fortalecer el sistema inmunológico, proteger contra agentes patógenos y regular la comunicación entre el intestino y el cerebro.
Este último punto es especialmente relevante, ya que la conexión entre ambos órganos influye en el estado emocional y la capacidad de lidiar con el estrés. Además, el investigador subrayó que una dieta balanceada beneficia al cuerpo y contribuye a mantener un equilibrio emocional.
Según consignó la Gaceta Digital UNAM, este enfoque permite que las personas enfrenten los desafíos diarios con mayor resiliencia y eficacia, pero se vincula con otro aspecto destacado por Sánchez Dinorín que es el dormir bien, ya que es una necesidad básica para la mente.
La relevancia del sueño en la salud mental no sólo permite al cuerpo recuperarse físicamente, sino que también es esencial para procesar emociones, consolidar aprendizajes y regular el estado de ánimo.
Según el experto, la falta de sueño puede agravar los niveles de estrés y dificultar la capacidad de tomar decisiones, lo que impacta negativamente en el bienestar general y enfatizó que establecer rutinas de sueño consistentes así como evitar factores que interfieran con el descanso, como el uso excesivo de dispositivos electrónicos antes de dormir, son medidas clave para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud mental.
De acuerdo con el especialista, la actividad física también ocupa un lugar central en la regulación del cuerpo y la mente, pues además de que fortalece el cuerpo, estimula la liberación de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”. Estas sustancias químicas naturales ayudan a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de bienestar.
El investigador igualmente resaltó la importancia de la respiración consciente como una herramienta para manejar el estrés y mejorar la salud mental, señalando que practicar técnicas de respiración profunda y controlada permiten al sistema nervioso reducir la respuesta al estrés, lo que contribuye a un estado de calma y equilibrio emocional.
Otras sugerencias para mejorar la salud mental
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Por último, Sánchez Dinorín abordó el papel de la atención plena o mindfulness en el bienestar mental y según explicó, esta práctica consiste en enfocar la atención en el momento presente, sin juzgar las experiencias ni dejarse llevar por pensamientos negativos.
Además, la atención plena ayuda a las personas a desarrollar una mayor conciencia de sus emociones y reacciones, lo que facilita una mejor gestión del estrés y una mayor claridad mental.
El experto señaló que incorporar la atención plena en la vida diaria no requiere grandes esfuerzos, sino pequeños momentos de pausa para observar y conectar con el entorno. Según lo publicado por la Gaceta Digital UNAM, esta práctica puede marcar una diferencia significativa en la forma en que las personas enfrentan los desafíos cotidianos.
A lo largo de su intervención, Sánchez Dinorín insistió en que los cambios pequeños y constantes son más efectivos y dan resultados más duraderos que las transformaciones radicales. Según el especialista, adoptar hábitos saludables de manera gradual permite que estos se mantengan a largo plazo, lo que resulta en beneficios duraderos para la salud mental.
El mensaje central de la charla, según consignó la Gaceta Digital UNAM, es que el bienestar mental no es un estado fijo, sino un proceso continuo que requiere atención y cuidado. Al integrar prácticas como una buena alimentación, un sueño reparador, el ejercicio físico, la respiración consciente y la atención plena, las personas pueden fortalecer su capacidad para enfrentar el estrés y mejorar su calidad de vida.