El acoso a las mujeres en México y en todo el mundo debe erradicarse por completo, sobre todo cuando se trata de turistas que vienen a disfrutar de las maravillas del país. Este es el caso de Lissana, una joven mujer de nacionalidad estoniana, quien sufrió un acto de acoso mientras caminaba junto a su esposo Mateo en un tianguis de Tepito, Ciudad de México.
El video titulado ‘Me acosaron llegando al Tianguis en México’ muestra a Mateo y Lissana recorriendo el tianguis de Tepito, ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc, disfrutando de comida, venta de ropa, alcohol y otros productos. Sin embargo, durante la grabación y aunque no se aprecia el momento del acoso, Lisanna relata que le tocaron el trasero sin su consentimiento.
“En la entrada un hombre tocó mi culo. Y se fue corriendo, y alcancé a pegarle. E Irving (amigo de Lissana y Mateo) le dio un vergazo. O sea, nunca en mi vida me pasó esto, por suerte me di cuenta y le alcancé a quitar la mano. No alcanzó a frotar mi culo, pero casi”, contó Lissana, visiblemente afectada por lo sucedido.
“Una persona normal no lo hace”, replicó Lissana. “No, amor, ese chico estaba bajo el efecto de las drogas”, destacó Mateo, su esposo. “Fue muy loco esto, porque el tipo le tocó el culo a Lissana y salió corriendo. Nuestro amigo Irving alcanzó a darle un golpe en la espalda, pero el chavo estaba mal”, agregó Mateo.
El video, publicado hace dos años, ha generado diversas reacciones en redes sociales. Algunos comentarios expresaron indignación y preocupación por la seguridad de las mujeres en México:
- “En México todavía hay personas que no entienden por qué tenemos vagones especiales para mujeres, por esos tipos abusivos”.
- “En México la mayoría de los que acosan o tocan a una mujer NO están drogados ni borrachos, lo hace cualquier hombre sobrio. Casi todas las mujeres mexicanas hemos pasado por un momento así”.
- “México podrá tener los paisajes más hermosos, pero con la inseguridad que reina en ese país, ni loco iría a hacer turismo allá”.
El caso de Lissana ha reavivado el debate sobre el acoso callejero y la seguridad de las mujeres en espacios públicos, especialmente en zonas concurridas como los tianguis. La denuncia de la turista estoniana deja en evidencia que aún hay mucho por hacer para erradicar este tipo de violencia en la sociedad.
