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El reconocido conductor de televisión y comediante Daniel Bisogno, figura emblemática del programa de espectáculos “Ventaneando”, murió el 20 de febrero de 2025 a los 51 años. Según informó Pati Chapoy, titular del mismo programa, el presentador falleció debido a una falla multiorgánica, un desenlace que se produjo tras enfrentar serios problemas de salud que requerían un trasplante de hígado y riñones.
Chapoy, quien compartió la noticia a través de sus redes sociales, expresó su pesar con un mensaje breve pero contundente: “Con inmensa tristeza les informo que Daniel Bisogno falleció”. La publicación, realizada en la plataforma X, generó una ola de reacciones entre seguidores, colegas y figuras del medio artístico, quienes lamentaron la pérdida de uno de los rostros más conocidos de la televisión mexicana.
De acuerdo con la información difundida, Daniel Bisogno había enfrentado complicaciones médicas en los últimos meses. Su última hospitalización se debió a una infección bacteriana en las vías biliares, una condición que agravó su estado general y evidenció la necesidad urgente de un trasplante de órganos vitales.
De acuerdo con información publicada por el departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cuerpo humano responde a agresiones externas mediante un proceso inflamatorio que busca limitar el daño y promover la curación.
Sin embargo, en ciertos casos, esta respuesta puede descontrolarse, lo que genera un estado de inflamación sistémica generalizada que pone en riesgo la vida del paciente. Este fenómeno, conocido como Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS), puede evolucionar hacia el Síndrome de Fallo Multiorgánico (SFMO), también conocido como falla multiorgánica y fallo multiorgánico, una condición médica crítica que afecta a múltiples órganos vitales y que presenta tasas de mortalidad alarmantemente altas.
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Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica, una alerta previa a una falla multiorgánica
El SRIS se desencadena cuando el organismo enfrenta agresiones severas, como infecciones graves, traumatismos, quemaduras o pancreatitis. Según la Máxima Casa de Estudios, esta respuesta inflamatoria involucra la activación de sistemas inmunológicos, endoteliales, de coagulación y neuroendocrinos, lo que genera un entramado complejo de mediadores como citocinas, moléculas de adhesión y factores de crecimiento. Clínicamente, el SRIS se manifiesta con fiebre o hipotermia, taquicardia, taquipnea (respiración rápida y frecuente) y alteraciones en los niveles de leucocitos en sangre.
El SRIS, definido por la Conferencia de Consenso entre el American College of Chest Physicians y la Society of Critical Care Medicine, se caracteriza por una “activación excesiva de la cascada inmunoinflamatoria”. Este proceso puede reducir el suministro de oxígeno a los tejidos, lo que lleva a la depleción de Trifosfato de Adenosina (ATP), daño celular y, en casos graves, la muerte. Según los criterios establecidos, el SRIS se diagnostica cuando se presentan al menos dos de los siguientes signos:
- Temperatura corporal superior a 38 °C (100,4 °F) o inferior a 36 °C (96,8 °F).
- Frecuencia cardíaca mayor a 90 latidos por minuto.
- Frecuencia respiratoria superior a 20 respiraciones por minuto o presión parcial de dióxido de carbono (pCO2) inferior a 32 mmHg.
- Recuento de leucocitos superior a 12.000/mm³ o inferior a 4.000/mm³, o más del 10 % de formas inmaduras.
La persistencia de este estado inflamatorio puede derivar en el SFMO, una condición en la que múltiples órganos fallan de manera progresiva, lo que compromete la capacidad del cuerpo para mantener la homeostasis sin intervención médica intensiva.
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El fallo multiorgánico: una amenaza de alta mortalidad
El síndrome de fallo multiorgánico (SFMO), también conocido como insuficiencia multiorgánica, se define como la disfunción aguda de dos o más órganos vitales. Según el Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Nación, esta condición suele iniciarse con un Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) y puede evolucionar hacia un cuadro de elevada mortalidad, que varía entre el 26% y el 98% dependiendo del número de órganos afectados y la gravedad de la situación.
Existen dos patrones principales de disfunción multiorgánica asociados al SRIS, según detalla la institución:
- En pacientes con traumatismos o quemaduras, el fallo multiorgánico suele comenzar con una Lesión Pulmonar Aguda (LPA), seguida de encefalopatía y trastornos hematológicos como anemia, leucopenia, trombocitopenia y coagulación intravascular diseminada. Posteriormente, pueden aparecer fallos gastrointestinales, hepáticos y renales, que suelen indicar una etapa preterminal.
- En pacientes sépticos o con cuadros de shock, el SFMO tiende a desarrollarse de manera más temprana. Tras el SDRA, pueden presentarse fallos en otros órganos vitales, lo que agrava significativamente el pronóstico.
Los síntomas del fallo multiorgánico varían según los órganos afectados, pero pueden incluir dificultad para respirar, dolor en el pecho, edema en extremidades, confusión y pérdida de la conciencia. El diagnóstico se realiza mediante un examen físico, pruebas de laboratorio y estudios de imágenes médicas como radiografías, Tomografías Computarizadas (TC) y Resonancias Magnéticas (RM).
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¿Qué órganos pueden verse afectados?
El Síndrome de Fallo Multiorgánico puede ser provocado por diversas causas, entre las que destacan traumatismos graves, infecciones severas como la sepsis, enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, y la exposición a toxinas. Los órganos más comúnmente afectados incluyen:
- Sistema respiratorio: Insuficiencia respiratoria que impide el suministro adecuado de oxígeno.
- Sistema cardiovascular: Insuficiencia cardíaca que compromete la circulación sanguínea.
- Sistema renal: Insuficiencia renal que dificulta la eliminación de desechos y líquidos.
- Sistema hepático: Insuficiencia hepática que afecta el metabolismo y la eliminación de toxinas.
- Sistema nervioso: Insuficiencia neurológica que puede causar confusión, alteraciones del estado de ánimo y pérdida de la conciencia.
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Tratamiento y pronóstico de los pacientes con fallo multiorgánico
El tratamiento del SFMO requiere un enfoque multidisciplinario que incluye soporte vital, como ventilación mecánica y medicamentos para estabilizar la presión arterial, así como el tratamiento de la causa subyacente. En algunos casos, puede ser necesaria la rehabilitación para recuperar la función de los órganos afectados.
El pronóstico de una falla multiorgánica es reservado, con tasas de mortalidad elevadas si no se trata de manera adecuada. Además, los pacientes que sobreviven pueden enfrentar secuelas graves, como daño cerebral, renal o hepático, que afectan significativamente su calidad de vida.