Aliados del jardín: los beneficios de las lagartijas para las plantas

Aunque no son del agrado de muchos, estos reptiles pueden garantizar el bienestar de las áreas verdes

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Estos son los beneficios de
Estos son los beneficios de las lagartijas para el jardín Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

Las lagartijas, pequeños reptiles que habitan en diversas regiones del mundo, no solo son fascinantes por su comportamiento y adaptabilidad, sino que también desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de los ecosistemas de los jardines.

Según los especialistas, estos animales pueden ofrecer múltiples beneficios para las plantas, desde el control de plagas hasta la mejora de la fertilidad del suelo. Además, existen formas sencillas de atraerlas a los espacios verdes, lo que puede convertirlas en aliadas naturales para quienes buscan un jardín saludable y equilibrado.

Beneficios de las lagartijas Foto:
Beneficios de las lagartijas Foto: iStock

Control de plagas y fertilización: los beneficios clave de las lagartijas

Uno de los principales aportes de las lagartijas al entorno vegetal es su capacidad para controlar plagas. Estos reptiles se alimentan de insectos como áfidos, pulgones y mosquitos, que suelen ser perjudiciales para las plantas.

Al consumir estas plagas, las lagartijas ayudan a proteger las hojas, flores y frutos, lo que reduce la necesidad de utilizar pesticidas químicos.

Otro beneficio destacado es su contribución a la fertilización del suelo. Las heces de las lagartijas, aunque pequeñas, actúan como un fertilizante natural que enriquece el terreno con nutrientes esenciales. Este aporte orgánico puede mejorar la calidad del suelo y, en consecuencia, favorecer el crecimiento de las plantas.

Además, algunas especies de lagartijas, como la conocida lagartija de jardín, pueden participar en la polinización. Mientras se alimentan de néctar, estas criaturas transfieren polen de una planta a otra, lo que facilita el proceso reproductivo de las flores. Este comportamiento las convierte en un recurso valioso para mantener la biodiversidad en los jardines.

Cómo crear un entorno ideal para las lagartijas en el jardín

Para quienes deseen aprovechar los beneficios de las lagartijas, es posible implementar estrategias simples que las atraigan y les proporcionen un hábitat adecuado.

El primer paso es diseñar un entorno que les resulte acogedor. Esto incluye la incorporación de elementos como rocas, troncos y plantas nativas, que les ofrecen refugio y áreas soleadas donde puedan regular su temperatura corporal.

Otra recomendación es proporcionarles alimento. Colocar frutas como fresas o plátanos, así como insectos como grillos o gusanos de harina, puede ser una forma efectiva de atraerlas. Asimismo, es importante garantizarles acceso a agua fresca y limpia, ya sea mediante un recipiente o una pequeña fuente, para que puedan hidratarse y bañarse.

El uso de pesticidas químicos debe evitarse, ya que estos productos no solo afectan a las plagas, sino que también pueden ser perjudiciales para las lagartijas y otros animales beneficiosos. Optar por métodos naturales de control de plagas es una alternativa más segura y sostenible.

Lagartijas ayudan a las plantas
Lagartijas ayudan a las plantas Foto: Federico Kacoliris

Datos curiosos sobre las lagartijas: velocidad, longevidad y diversidad

Más allá de sus beneficios para el jardín, las lagartijas son animales sorprendentes por sus características y habilidades. Según los científicos, algunas especies pueden alcanzar velocidades de hasta 30 kilómetros por hora, lo que las convierte en depredadores ágiles y eficientes.

Otra curiosidad es su capacidad para cambiar de color. Este fenómeno, presente en ciertas especies, les permite camuflarse en su entorno o comunicarse con otras lagartijas. Este cambio de tonalidad es una herramienta de supervivencia que las protege de depredadores y facilita su interacción social.

En cuanto a su longevidad, las lagartijas pueden vivir hasta 10 años en cautiverio, aunque su esperanza de vida en la naturaleza suele ser menor debido a los riesgos del entorno. Además, su diversidad es notable: pues existen más de tres mil especies de lagartijas en todo el mundo, cada una adaptada a diferentes hábitats y condiciones climáticas.

La presencia de lagartijas en los jardines no solo beneficia a las plantas, sino que también fomenta una conexión más profunda con la naturaleza. Al crear un espacio que las acoja, se contribuye al equilibrio ecológico y se promueve un entorno más saludable y sostenible. Estos pequeños reptiles, a menudo subestimados, demuestran que incluso los animales más discretos pueden desempeñar un papel fundamental en el cuidado del medio ambiente.

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