
El escándalo no para de sacudir a las Chivas de Guadalajara, que siguen en el centro de la polémica tras sus recientes resultados en el torneo del Clausura 2025. Esta vez, el foco de atención está en Alan Mozo, defensor del equipo, quien ha sido señalado por promover apuestas deportivas a través de sus redes sociales.
La controversia comenzó cuando, en su cuenta de Instagram, Mozo compartió un mensaje de agradecimiento de un presunto seguidor de un chat de apuestas. En la publicación, el seguidor mostraba una fotografía de una consola de videojuegos que, según él, había adquirido gracias a los consejos de un tipster, quien parece estar vinculado al mismo grupo promocionado por Mozo.
Además, un segundo post en las historias de Instagram de Mozo terminó por confirmar las sospechas. El jugador de Chivas escribió lo siguiente: “Esta de verdad será la última vez que pueda darles accesos gratuitos al grupo”, acompañado de un enlace que redirigía a un grupo de Telegram llamado “Matías Bets”. Este grupo, de acuerdo con la información visible, cuenta con más de 1.5 millones de suscriptores y ofrece accesos, bonos y consejos para realizar apuestas deportivas.

La promoción de apuestas deportivas por parte de futbolistas no es un tema menor. Tanto la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) como la FIFA consideran que este tipo de prácticas atentan contra la integridad de las competiciones y están terminantemente prohibidas. Las consecuencias de estar involucrado en apuestas deportivas pueden ser severas, como lo demuestran casos previos de futbolistas sancionados por la FIFA y las federaciones nacionales.
Entre los casos más notorios se encuentran los de Sandro Tonali, Daniel Sturridge e Ivan Toney, quienes fueron suspendidos por involucrarse en apuestas ilegales. A nivel nacional, el escándalo de Ulises Dávila, quien fue vinculado a un amaño de partidos en Australia, también resuena como un recordatorio de lo que está en juego.

Recientemente, la FMF dio a conocer un castigo histórico contra jugadores de equipos como Real Apodaca y Correcaminos, quienes fueron sancionados luego de comprobarse su involucramiento en apuestas ilícitas.
Hasta el momento, ni Alan Mozo ni las Chivas se han pronunciado públicamente sobre el tema. Lo que sí es cierto es que la cuenta de Instagram en la que se hicieron las publicaciones está confirmada como oficial de Mozo, lo que deja abierta la posibilidad de un hackeo o, en su defecto, una imprudente acción por parte del jugador.
A medida que las investigaciones avancen, la incertidumbre sobre la implicación de Alan Mozo en este escándalo se mantiene. Sin embargo, la situación podría derivar en sanciones severas si se confirma que el jugador promovió apuestas deportivas a través de sus redes sociales, lo cual sigue siendo un delito en el ámbito futbolístico profesional.
Las autoridades del fútbol están al tanto de la situación y seguramente tomarán las medidas necesarias para evitar que esta práctica continúe ocurriendo, mientras Chivas, por su parte, espera aclarar lo sucedido.