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Marco Ebben, un narcotraficante holandés vinculado con Ismael “El Mayo” Zambada, estaba a punto de ser capturado por la Secretaría de Marina (Semar) el pasado jueves 13 de febrero cuando fue asesinado en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
De acuerdo con información del periodista Óscar Balderas, el crimen ocurrió apenas 14 minutos antes de que la Marina llegara a detenerlo, lo que sugiere que hubo una filtración de información sobre el operativo.
“Mi información es que la Secretaría de Marina llega 14 minutos tarde por él. Ya se había desatado un operativo para impedir que él llegara a un gimnasio en Atizapán donde hacía su rutina de todos los días”, explicó Balderas en entrevista. “Alguien se le adelanta a las autoridades porque hay que recordar que Atizapán es de los pocos municipios donde la Policía Municipal está liderada por la Secretaría de Marina”, comentó en una entrevista con MVS Noticias.
El ataque contra el originario de Países Bajos ocurrió en la zona residencial Hacienda del Valle Escondido, cuando Ebben salía de su departamento. Su rutina ya había sido detectada por la Marina, lo que facilitó la planeación de su captura.
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El comunicador recordó que anteriormente Ebben había sufrido un intento de asesinato en Turquía y luego de ello se trasladó a México, donde se unió a la facción de La Mayiza para combatir a Los Chapitos en la guerra interna del Cártel de Sinaloa: “Cuando lo fueron a matar ayer superaron a las mafias que estaban tratando de asesinarlo desde hacía décadas. Quien lo mató sabía perfectamente lo que hacía”.
Óscar Balderas también apuntó que el asesinato de Marco Ebben no fue un simple “ajuste de cuentas”, sino una operación perfectamente planeada. “Yo no creo que haya sido alguien que era necesariamente un rival de Marco. Por la manera en la que lo mataron, era alguien que era su amigo, su aliado, su socio. Alguien en quien él confiaba”.
El investigador mencionó que Marco Ebben contaba con cuatro escoltas, de los cuales dos eran exmiembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), uno era exmarino y el último un civil; todos originarios de Guerrero. El comunicador destacó que lo más llamativo del caso es que ninguno de los escoltas reaccionó durante el ataque, a pesar de su entrenamiento militar y de que su trabajo era proteger al holandés.
“Estoy en condiciones de confirmar que los cuatro escoltas son originarios de Guerrero, en particular de Chilpancingo”, aseguró Balderas, destacando que la capital guerrerense es una plaza controlada por brazos armados de la Organización de los Beltrán Leyva, separado del Cártel de Sinaloa desde 2008, lo que a su parecer sugiere una posible conexión con ese grupo criminal.
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Por su parte, el periodista Carlos Jiménez reveló en entrevista para el noticiero Pie de Nota que la Secretaría de Marina descubrió la ubicación de Marco Ebben tras recibir reportes sobre movimientos sospechosos en la zona donde residía. De acuerdo con sus fuentes, las autoridades comenzaron a investigarlo sin saber inicialmente su verdadera identidad, pero al analizar sus actividades detectaron que se trataba de un operador clave del Cártel de Sinaloa.
La información obtenida les permitió identificarlo y preparar un operativo para capturarlo la mañana del 13 de febrero. Jiménez destacó que Marco Ebben vivía con total tranquilidad en Atizapán de Zaragoza, en una de las zonas más exclusivas del Edomex.
“La zona donde lo encuentran y donde lo matan es una zona de gente adinerada (...). No es de conocerse entre vecinos, no es mucho de saludarse. Vivía muy tranquilo”, explicó el periodista. Además, señaló que nadie en la zona sospechaba de él, ya que su estilo de vida con escoltas y camionetas blindadas no era extraño en ese fraccionamiento.
Al igual que Óscar Balderas, Jiménez confirmó que los cuatro escoltas de Ebben presenciaron la ejecución sin intervenir.
En la residencia de Marco Ebben se incautó todo un arsenal: armas largas y cortas de alto calibre; chalecos antibalas; equipo táctico; un traje de camuflaje tipo “ghillie”, utilizado por francotiradores; y un millón de pesos en efectivo.

“Fíjate que lo que tenemos aquí es un arsenal enorme, lo que le encontraron traía incluso este camuflaje como para selva [...] Si tienes cuatro escoltas entrenados y ninguno reacciona, eso no es normal. O fue alguien que tenía acceso a su círculo más cercano, o les ordenaron no hacer nada”, cuestionó el periodista.
Tanto Óscar Balderas como Carlos Jiménez coincidieron en que Marco Ebben era un testigo demasiado valioso, lo que hace aún más sospechoso su asesinato poco antes de ser capturado: “Lo que Ebben sabía podía desmantelar toda una red internacional de narcotráfico”, explicó Balderas. “Alguien no quería que hablara, y por eso lo mataron”.
¿Quién era Marco Ebben, el broker de El Mayo Zambada?
Marco Ebben no era un narcotraficante convencional. Era un “broker” del crimen organizado, un intermediario de alto nivel encargado de establecer conexiones entre cárteles y mafias internacionales para facilitar el tráfico de drogas, armas y lavado de dinero del Cártel de Sinaloa.
Originario de Países Bajos, Ebben contaba con una educación privilegiada y hablaba al menos siete idiomas, lo que le permitió operar con discreción en Europa, Asia y América Latina, según Balderas. Su función dentro del Cártel de Sinaloa iba más allá del tráfico de drogas: diseñaba rutas, coordinaba envíos y establecía alianzas con organizaciones criminales extranjeras.
En 2020, las autoridades de su país lo condenaron a siete años de prisión por el tráfico de 400 kilogramos de cocaína desde Brasil hasta los Países Bajos, ocultos en contenedores de piñas. Sin embargo, logró escapar y se convirtió en uno de los fugitivos más buscados por la Europol.

Durante años, se movió entre España, Dubái, Italia y Turquía, hasta que en 2024 fue herido en un tiroteo en Estambul, lo que lo obligó a buscar refugio en México con un pasaporte ruso falso. Fue en ese país donde reforzó su alianza con Ismael “El Mayo” Zambada y después se unió a La Mayiza.
El periodista Óscar Balderas explicó que los lazos de Ebben con el Cártel de Sinaloa databan de al menos una década, fortalecidos a través de José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Ántrax”, exlíder del grupo armado Los Ántrax.
Balderas destacó que el papel de Ebben era clave en la adquisición de armamento sofisticado para el cártel: ”Las armas que Marco Ebben conseguía para el Cártel de Sinaloa no eran simples AK-47 o AR-15, sino armamento militar avanzado que no se consigue con facilidad en ningún país”, detalló el periodista. Además, se encargaba de coordinar el envío de cocaína desde América Latina hacia los Países Bajos, España, Italia y Turquía, además de manejar inversiones en empresas offshore para el lavado de dinero del cártel.