Francisca Viveros Barradas, mejor recordada como “Paquita la del Barrio”, falleció este lunes a sus 77 años de edad. De acuerdo con sus propios familiares, la cantante murió en su hogar en Veracruz, donde nació el 2 de abril de 1947.
Por el momento se desconocen las razones de su fallecimiento. Sin embargo, en los últimos años enfrentaba problemas respiratorios y de salud, los cuales incluso la obligaron a realizar sus presentaciones en una silla de ruedas y con un tanque de oxígeno.
Además de la marca que dejó en el ámbito musical, la cantante de música ranchera buscó obtener ingresos económicos mediante el sector restaurantero. Es por ello que la intérprete de “Rata de dos patas” abrió su propio negocio en la Ciudad de México (CDMX).
Se trata del establecimiento conocido como “Casa Paquita”, lugar donde comenzó a tener una mayor exposición como cantante. Y es que además de ser la dueña del restaurante, también aprovechaba el sitio para ofrecer shows en vivo.
En una entrevista para TV Azteca, Paquita recordó que el restaurante lo abrió en los años 80. “Compramos este terreno y empezamos a construir. Mi hermano me hizo la primera parte y ahí empezamos a vender barbacoa y puse el restaurante”, comentó la solista.
El restaurante estaba ubicado en Zarco 202, en la colonia Guerrero de la entonces delegación Cuauhtémoc. El inmueble contaba con una capacidad para 500 comensales, aproximadamente. Incluso, se habla que artistas como Luis Miguel y Salma Hayek visitaron Casa Paquita, por lo que no sólo era un lugar culinario, sino un punto de encuentro cultural.
Pero no siempre hubo historias dignas de recordar, pues Casa Paquita también sufrió incidentes de violencia. A sus 14 años de edad, José Alberto Maldonado López comenzó a cortejar a una sobrina de Paquita la del Barrio, según refiere el periodista Antonio Nieto en su libro El cártel chilango.
Ese joven posteriormente usaría el alias de ‘El Betito’ y el nombre de Roberto Mollado Esparza para liderar La Unión Tepito, una de las principales agrupaciones criminales de la CDMX. Al parecer, la joven comenzó a salir con Maldonado López, pese a la desaprobación de su familia.
Esto llevó a que la propia cantante le hiciera un llamado a dicho individuo para que ya no viera a su sobrina. El Betito, quien aún no alcanzaba la mayoría de edad, respondió con una amenaza.
“Cuentan que el muchacho comentó a sus amigos que incluso Paquita la del Barrio le advirtió, a través de terceras personas, que ya no viera más a su sobrina, a lo que el adolescente respondió: ‘Si no me dejan verla les voy a quemar el restaurante’”, se lee en el libro citado.
El restaurante referido era precisamente Casa Paquita. Fiel a su palabra, un día el establecimiento fue incendiado en la parte de la fachada. Afortunadamente no había comensales porque estaba cerrado. Si bien se desconoce la fecha exacta en que ocurrió este incidente, se presume que fue en la década de los 90.
Cierre de Casa Paquita
En 2006, aproximadamente, el restaurante ubicado en la colonia Guerrero amaneció con anuncios de clausura en su fachada. Reportes locales señalan que el lugar no contaba con salidas de emergencia y otros elementos como extintores.
Aunque Paquita intentó reabrir su negocio a lo largo de los años, tuvo problemas con la delegación Cuauhtémoc, lo que llevó a que las puertas de Casa Paquita permanecieran cerradas.
En marzo de 2017, Paquita la del Barrio comentó en entrevista con Suelta la sopa la razón por la que cerró su restaurante. “Por ganas nada más, yo creo”, atajó en un inicio la cantante veracruzana.
Posteriormente, dio mayores detalles. Explicó que intentó poner en orden el establecimiento y realizar todos los trámites burocráticos, pero las exigencias económicas eran superiores.
“Yo tenía un arquitecto ahí que me estaba trabajando y me dijo: ‘Si gusta, señora Paquita, el hermano del delegado es un amigo. Yo le arreglo eso’. Pero quería 200 mil pesos. ‘¿Sabes qué? No quiero nada’, les dije. Los quemé públicamente y me cerraron”, confesó.
Durante el tiempo que estuvo cerrado, Francisca remodeló el restaurante, al grado de adquirir el terreno ubicado en la parte trasera para expandirlo.
Hoy en día, la fachada del inmueble es de piedra, cuenta con ventanas grandes de herrería y toldos de color verde.
