![Mexican billionaire Carlos Slim holds](https://www.infobae.com/resizer/v2/DM7QZG2DQNGKDIMY26VYRTQREQ.jpg?auth=b0ff7fdb45ea5942a3dd6452f42617400ffcf74efc2dc3f7002e9914a7a877f6&smart=true&width=350&height=197&quality=85)
El pasado 13 de febrero, la periodista Bárbara Anderson publicó una columna titulada Los (otros) economistas que odia Slim, en la que se abordaron las críticas de renombrados economistas hacia el empresario mexicano Carlos Slim. Entre las declaraciones más llamativas, destaca la calificación de “imbéciles” que Slim dirigió a los ganadores del Premio Nobel de Economía 2024, James A. Robinson, Daron Acemoğlu y Simon Johnson. Estos economistas, en su libro Por qué fracasan los países, describieron la compra de Telmex por parte de Slim como un caso de “capitalismo de cuates”. Sin embargo, no son los únicos expertos que han cuestionado la manera en que el magnate ha construido su fortuna.
Jean Tirole, ganador del Premio Nobel de Economía en 2014, en su libro La economía del bien común, hace una distinción entre la riqueza generada por innovación y la riqueza obtenida por extracción de rentas. En este contexto, cita un discurso del economista francés Philippe Aghion, quien afirmó que “Carlos Slim es uno de los hombres más ricos del mundo, que ha hecho su fortuna gracias a estar protegido contra la competencia y no puede compararse con sus homólogos Steve Jobs o Bill Gates, quienes han apostado por la innovación”. Tirole añade que “un monopolio puede aumentar sus precios y, si lo hace hasta cierto límite, solo perder un escaso porcentaje de clientes. La empresa en posición dominante [...] no se privará de practicar una política de precios elevados o de ofrecer bienes y servicios de escasa calidad. De ello resulta un subconsumo y una disminución del poder adquisitivo para los ciudadanos”. Para Tirole, la falta de competencia ha afectado negativamente a la economía mexicana.
Francis Fukuyama, en su libro El liberalismo y sus desencantos, también critica la privatización de Telmex, afirmando que llevar los programas neoliberales al extremo generó situaciones en las que “la eficiencia de los mercados se convierte en una especie de religión que se oponía por principio a la intervención del Estado”. Fukuyama señala que esto derivó en “pantomimas como la privatización de la mexicana Telmex, donde un monopolio público de telecomunicaciones se transformó en uno privado, lo que facilitó el ascenso de uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim”.
En el ámbito nacional, el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, analizó el impacto de los cuasimonopolios sobre el bienestar de los hogares mexicanos en un estudio publicado en 2011. En su reporte Empresas con poder de mercado y el bienestar social en México, Urzúa identificó que los sectores donde más se gasta de manera proporcional son educación, energía y telecomunicaciones. “En el sector urbano, la pérdida en el bienestar social representa, en casi todos los deciles, alrededor de la mitad del gasto promedio total de los hogares”, concluyó.
![El multimillonario mexicano Carlos Slim](https://www.infobae.com/resizer/v2/PW24VMTGFKQIQJ7L4L6VQLGCDE.jpg?auth=8793d8a71ac1f8d91b5bab49e94a48d9648d1c76e21221b8a7abff5eee432e72&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
Las críticas hacia Slim no son nuevas, pero la contundencia con la que diversos economistas de renombre lo han señalado como un empresario que se ha beneficiado de la falta de competencia reaviva el debate sobre el impacto de los monopolios en la economía mexicana. No obstante, como suele suceder en estos casos, sus defensores argumentan que solo aquellos que pagan nóminas están realmente facultados para juzgar a los millonarios.