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Maximiliano de Habsburgo fue el último emperador que hubo en México, y quien gobernó el país de 1864 a 1867. El emperador austriaco fue capturado por las tropas de Juárez cuando fue sitiado en la ciudad de Querétaro, y posteriormente, fue fusilado en el Cerro de las Campanas, que está ubicado en la misma ciudad, al lado de dos de sus generales conservadores: Miguel Miramón y Tomás Mejía.
Sin embargo, hubo alguien que fue clave para capturar a Maximiliano de Habsburgo. Se trata de Mariano Escobedo, a quien incluso Maximiliano le entregó su espada en señal de rendición.
¿Quién fue Mariano Escobedo?
Mariano Escobedo fue un destacado militar y político mexicano nacido el 16 de enero de 1826 en Galeana, Nuevo León. Es reconocido principalmente por su papel en la captura del emperador Maximiliano de Habsburgo durante el sitio de Querétaro en 1867, un acontecimiento clave en la restauración de la República en México.
Escobedo se unió al ejército en su juventud y participó activamente en la defensa del país durante la Guerra de Reforma y la intervención francesa. Su valentía y habilidades estratégicas lo llevaron a convertirse en una figura clave en el ejército republicano encabezado por Benito Juárez.
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Uno de los momentos más trascendentales de su carrera militar ocurrió en 1867, cuando, al mando del Ejército Republicano, dirigió el sitio de Querétaro contra las fuerzas imperialistas de Maximiliano de Habsburgo. Tras varias semanas de combates, Escobedo logró vencer al ejército imperial y capturar al emperador Maximiliano junto con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía. Esta victoria marcó el fin del Segundo Imperio Mexicano y permitió la reinstauración de la República en México.
Tras este importante suceso, Mariano Escobedo continuó su carrera en el ámbito militar y político. Fue gobernador de varios estados y desempeñó diversos cargos en el gobierno, siempre en defensa de los principios republicanos y liberales. También ocupó el cargo de Secretario de Guerra y Marina, desde donde promovió la modernización del ejército mexicano.
A lo largo de su vida, Escobedo se distinguió por su compromiso con la soberanía nacional y la justicia. Falleció el 22 de mayo de 1902 en la Ciudad de México, dejando un legado de lucha y patriotismo en la historia de México. Su papel en la derrota del imperio de Maximiliano lo convierte en una de las figuras más importantes del siglo XIX en el país.