
El asesinato de Marco Ebben, un narcotraficante holandés vinculado con Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, ha puesto en evidencia la dimensión global del tráfico de drogas y armas.
Considerado uno de los criminales más buscados por Europol, Ebben operaba dentro del Cártel de Sinaloa como un “broker”, un enlace clave entre organizaciones criminales internacionales, facilitando el comercio de estupefacientes y armamento entre América, Europa y Asia.
Su muerte fue reportada este jueves 13 de febrero de 2025, luego de que su cuerpo fuera hallado en una zona residencial de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. De acuerdo con información divulgada por el periodista Antonio Nieto, Ebben fue atacado a tiros por dos sujetos mientras se dirigía a su camioneta.
Entre sus pertenencias se encontró una credencial falsa de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) a nombre de Jesús Antonio Velásquez Rivas, así como una credencial de elector con la misma identidad registrada en 2023.

Tras su asesinato, las autoridades encontraron en su poder un arsenal de alto poder, que incluía armas largas y cortas de alto calibre; cargadores y cartuchos de distintos calibres; chalecos antibalas y equipo táctico; un traje de camuflaje tipo “ghillie”, usado por francotiradores; cuchillos y navajas tácticas; un millón de pesos en efectivo y dos vehículos blindados.
El caso generó dudas debido a que Ebben ya había sido dado por muerto al menos una ocasión anterior, en septiembre de 2024, cuando el diario holandés De Telegraaf informó que el narcotraficante había sido abatido en un enfrentamiento en Culiacán, Sinaloa, mientras apoyaba a “La Mayiza” en la guerra interna del Cártel de Sinaloa.
Sus orígenes
Marco Ebben no era un criminal aislado. Su padre, Henk Ebben, nacido en Rotterdam en 1952, también fue un traficante de drogas condenado en la década de los noventa por tráfico de estupefacientes y homicidio.
Ambos fueron identificados por las autoridades holandesas como cabecillas de la banda criminal “Rainforest”, responsable del tráfico de hachís y metanfetaminas hacia Inglaterra. Las drogas eran transportadas ocultas entre camisetas falsas de marcas reconocidas y en cargamentos de detergentes supuestamente fabricados en Rusia.

Investigaciones revelaron que la red operada por los Ebben contaba con el apoyo de funcionarios aduanales para facilitar el contrabando de drogas en los Países Bajos.
El 2 de octubre de 2020, la Oficina Europea de Policía (Europol) logró fincar responsabilidad penal en contra de Marco Ebben, quien fue condenado a siete años y cuatro meses de prisión por tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
Se le acusó de introducir 400 kilogramos de cocaína a los Países Bajos entre 2014 y 2015, ocultando los narcóticos en contenedores de piñas procedentes de Brasil.
Sin embargo, en lugar de cumplir su condena, Ebben logró escapar y pasó a convertirse en uno de los fugitivos más buscados de Europa. Se movió entre España, Dubái, Italia y Turquía, hasta que en junio de 2024 fue herido en un tiroteo en éste último país.
Tras ese atentado, obtuvo un pasaporte ruso y huyó a México, según informes de la prensa holandesa. Su presencia en el país fue confirmada por fotografías filtradas en redes sociales, donde aparecía junto a sicarios de La Mayiza, algunos de ellos portando equipo táctico similar al de la Guardia Nacional con insignias de banderas holandesas.
Su papel dentro del Cártel de Sinaloa

Nacido el 31 de marzo de 1992, Marco Ebben no era un simple narcotraficante, sino un operador de alto nivel con una educación privilegiada y dominio de al menos seis idiomas, según diversas entrevistas realizadas al periodista Óscar Balderas. Esto lo llevó a convertirse en uno de los principales brokers del Cártel de Sinaloa, al servicio de Ismael El Mayo” Zambada, facilitándole la entrada al grupo criminal a Holanda.
Según el periodista, los vínculos con “El Mayo” Zambada se fortalecieron a través de José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Ántrax”, jefe de Los Ántrax, quien precisamente fue arrestado en 2013 durante un viaje a Países Bajos antes de ser extraditado a Estados Unidos.
De acuerdo con Balderas, Ebben jugó un papel clave en la compra de armas de alto calibre que ni siquiera estaban disponibles en Estados Unidos, asegurando el poder militar del Cártel de Sinaloa.
También se encargaba de organizar envíos de cocaína desde América Latina hacia los Países Bajos, España, Italia y Turquía; y se cree que manejaba inversiones en empresas “offshore” para blanquear el dinero del tráfico de drogas.
Un objetivo de alto valor

Fuentes citadas por Óscar Balderas en una entrevista de Milenio Televisión indican que Marco Ebben ya era seguido de cerca por la Secretaría de Marina (Semar), lo que sugiere que su captura era inminente.
“Él ya estaba en un seguimiento desde hace mucho tiempo de la Secretaría de Marina. Eso es importante porque su perfil, su peligrosidad, la influencia que tiene en el mundo criminal global, no en el mundo criminal mexicano, global, lo hacía un objetivo que únicamente podía ser detenido por cuerpos de élite como la Secretaría de Marina”, precisó el comunicador.
El periodista señala que quizá esta fue una de las razones por las que Ebben se había movido a Atizapán en el Estado de México, uno de los pocos municipios en el país donde la Policía Municipal está a cargo de la Secretaría de Marina.

“Eso permitió justamente que se aceleraran las investigaciones contra él y que, lamentablemente, todavía queda poco claro cómo es que se les adelantaron a la gente de la Secretaría de Marina y lo asesinaron”, indicó.
La muerte de Marco Ebben ocurre en un momento en que las facciones del Cártel de Sinaloa, la Mayiza y Los Chapitos, mantienen una intensa disputa por el control del narcotráfico.
Óscar Balderas advierte que este conflicto ha dejado de ser meramente regional. La guerra entre las facciones de Sinaloa involucra a grupos criminales internacionales, incluyendo mafias de Europa del Este y el Medio Oriente, lo que amplía el impacto de su muerte en el panorama global del narcotráfico.
El asesinato de Ebben también plantea dudas sobre qué información buscaban silenciar sus enemigos. Su perfil como operador de alto nivel y su acceso a datos sobre la estructura financiera del Cártel de Sinaloa lo convertían en un objetivo prioritario para autoridades y rivales por igual.