Chapultepec fue la fuente de la vida en el Valle de México, considera arqueóloga del INAH

Vestigios arqueológicos en Chapultepec evidencian un sistema hidráulico prehispánico y virreinal diseñado para la conexión con el lago de Texcoco

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Detalle de un plano de
Detalle de un plano de la Ciudad de México levantado por Juan Gómez Trtasmonte, 1628. Cortesía Lourdes López, INAH.

Entre las hojas y el pasto del Bosque de Chapultepec, ocultos a simple vista, se encuentran vestigios de un intrincado sistema hidráulico que data de épocas prehispánicas y virreinales, por lo que fue un punto medular en la caída de Tenochtitlán una vez que Hernán Cortés descubrió su importancia estratégica.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado importantes hallazgos en esta zona, que incluyen canales, acueductos y restos de un muelle.

Todo esto ha permitido a los especialistas reconstruir la relación histórica entre el “cerro del Chapulín” y el agua, un vínculo que marcó el desarrollo de las culturas que habitaron la Cuenca de México.

De acuerdo con la arqueóloga María de Lourdes López Camacho, investigadora del INAH, el reciente descubrimiento de un muelle y un canal que conectaban con el lago de Texcoco, datados en el periodo Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.), es una muestra de la importancia estratégica y simbólica de Chapultepec.

Investigaciones del INAH demuestran que
Investigaciones del INAH demuestran que Chapultepec ha sido asiento de grupos humanos desde el periodo Preclásico (2500-400 a.C.). Foto Mauricio Marat, INAH

Durante una conferencia organizada por el Centro de Estudios de Historia de México (CEHM) de la Fundación Carlos Slim, López Camacho explicó que este lugar no solo fue un punto clave para la explotación de recursos naturales, sino también un espacio de culto y disputa entre las civilizaciones que habitaron la región.

Así se fue transformando Chapultepec

Para comprender la relevancia de Chapultepec, López Camacho señaló que es necesario remontarse más de 5 millones de años, al final del periodo Terciario, cuando esta elevación volcánica, junto con otras como el Peñón de los Baños y Tlapacoya, terminó de formarse.

Detalle del códice Panes-Abellan, lámina
Detalle del códice Panes-Abellan, lámina 48. Cortesía Lourdes López, INAH.

Posteriormente, durante el Pleistoceno, la actividad volcánica de la sierra del Chichinautzin cerró la cuenca, dando origen a un sistema lacustre que atrajo a una megafauna diversa.

La arqueóloga destacó que restos de mamuts, caballos, bisontes y otras especies han sido hallados en la zona, como ocurrió durante la construcción de la Subestación Eléctrica Diana entre 2014 y 2015.

Estos descubrimientos permiten imaginar un paisaje prehistórico exuberante, donde el agua y la biodiversidad hicieron de Chapultepec un lugar atractivo para la vida humana desde el periodo Preclásico (2500-400 a.C.).

El interés por Chapultepec no solo se limitó a su riqueza natural. Según detalló López Camacho, su posesión fue motivo de disputas entre los grupos que habitaron la Cuenca de México, debido a su valor económico y religioso.

Cuando los mexicas llegaron a la región como migrantes, eligieron este lugar como un punto clave en su historia. Aunque las narraciones oficiales indican que el cerro estaba desocupado cuando decidieron asentarse en 1294 d.C., la arqueóloga subrayó que Chapultepec ya contaba con una larga ocupación previa.

Uno de los aspectos más destacados de la investigación arqueológica en Chapultepec es la identificación de un complejo sistema de canalizaciones construido en diferentes periodos históricos.

Según el INAH, en 2018 se descubrió parte de un acueducto prehispánico en el área conocida como “La hondonada”, al pie del cerro.

Este sistema estaba compuesto por piedras de basalto y un aglutinante blanco grisáceo con partículas de arena roja, lo que evidencia el avanzado conocimiento técnico de las culturas prehispánicas.

Durante la época virreinal, este sistema fue ampliado con la construcción de un acueducto de medio punto, típico de la arquitectura europea.

Para 1628, esta estructura contaba con 900 arcos, a los que se sumaron 108 más provenientes del Molino del Rey. Aunque fragmentos de este acueducto se encuentran dispersos por todo el bosque, los tramos más visibles están en el lado norte del cerro y dentro del Complejo Cultural Los Pinos.

La conferencia fue impartida por
La conferencia fue impartida por la arqueóloga Lourdes López Camacho. Foto Gerardo Peña, INAH.

Además, López Camacho mencionó la existencia de un acueducto de bóveda cerrada, enterrado bajo el antiguo camino del Colegio Militar, al norte de las oficinas de la Dirección del Bosque de Chapultepec.

Este tipo de canalización, junto con otros canales a ras de piso construidos con materiales como ladrillo, basalto y cemento, demuestra la continuidad en el uso y adaptación de las obras hidráulicas a lo largo de los siglos.

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