“Quedas como un herido de guerra”: participantes de ‘Supervivencia al desnudo’ revelan el detrás del extremo show

Te decimos todo lo que debes saber sobre la nueva temporada

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Supervivencia al desnudo volvió desde el pasado 10 de febrero en Discovery (Max) con una nueva temporada y los concursantes tendrán que dar lo mejor de sí para sobrellevar 21 días en la selva del Gran Chaco.

En Infobae México platicamos con algunos de los integrantes del elenco y aquí te contamos todo lo que debes saber al respecto.

Retos extremos: Preparación física y mental

Conversamos con Alberich Bormann, Luna Larios y Manuel Lucia sobre su experiencia en este programa y lo que descubrieron durante su estadía en la selva.

Infobae: Cuénteme, ¿cuál fue su preparación para enfrentarse a este desafío extremo?

Alberich: Es muy importante prepararte en muchos sentidos. Como vas a estar desnudo, caminar descalzo es algo difícil. Entonces, yo me fui todos los días al Parque Viveros a correr descalzo sobre el Tetzontle, las primeras veces fue muy doloroso, la gente se reía de mí, no sabía por qué no tenía tenis, a lo mejor me los habían robado aquí en México, no sé, este, pero me sirvió mucho aunque ya estando allá al caminar en las espinas no sirvió tanto. O sea, te das cuenta lo del que son los pies.

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Luna: Yo tengo la la bendición de vivir en el monte, en la selva, entonces pues básicamente salí a la selva y al igual que Manu practiqué mucho, practiqué mucho hacer fuego con el pedernal, trate de cazar, salir a correr.

Manuel: Pues fíjate que que en ese entonces yo tenía un caballo, entonces de mis tareas diarias para el mantenimiento y de mi caballo, pues es ir a cortar pasto, pastorearlo, llevarlo a la naturaleza y todo lo comencé a hacer sin playera y sin zapatos. Empezar a curtir el cuerpo y caminar descalzo mucho más, pues eso fue una cosa que me comenzó a fortalecer.

Infobae: Mencionan la parte mental. ¿Cómo trabajaron con eso antes de ingresar?

Luna: Creo que no llegas preparado mentalmente. Creo que más bien mejoras tu mente en el proceso, ¿sabes? Como te vas haciendo de esta templanza en el proceso.

Alberich: Lo social es muy difícil, juega un papel importante en este reality que no solo es real de sufrimiento, de peligros, de estar cerca de la muerte todo el tiempo, sino aprender a convivir con alguien totalmente diferente a ti y ceder, proponer, no tratar de estar chocando todo el tiempo.

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En mi caso con Manu hicimos un buen equipo, aunque hay momentos en los que por supuesto que hay discordia día hay diferencias, pero tienes que aprender por el bien de los dos a llevarla bien. Creo que a Luna no le fue tan bien en eso.

Manuel: Estoy de acuerdo. Hay roces inevitables, especialmente al principio, cuando el ego domina. Pero con el tiempo, te enfocas en sobrevivir y aprendes a trabajar en equipo. Algo que me ayudó mucho fue recordar experiencias pasadas, como el nacimiento de mi hija. Si pude enfrentar algo tan desafiante como eso, podía con este reto también.

Infobae: ¿Podrían decirme en tres palabras cómo es la selva del Gran Chaco?

Alberich: espinas, frío y animales nocturnos peligrosos

Manuel: toda la variedad de espinas que existen en el planeta, tormentas y mucho calor.

Luna: frío, gatotes y el caimán.

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La recuperación: volver a la vida después del Gran Chaco

Al terminar el programa, los participantes no solo enfrentan un cambio físico, sino también mental. Respecto a esto, Manuel compartió:

“Fíjate que ahí son las dos partes, ¿no? Es cuando te das cuenta que que es cuerpo y mente, pero mentalmente yo ya estando en casa y todo, me iba a dormir y me despertaba en la madrugada a buscar así como a la leña, ¿no? Así para estarle poniendo y dice, “No, no, espérate, me sentía extraviado de pronto cuando despertó dice, “¿A dónde estoy, a dónde estoy, a dónde estoy?” Así es un proceso mental de que te tienes que ir recuperando".

Alberich comentó que se desacostumbró tanto a la cama que terminó durmiendo en el piso después del show, mientras volvía a sentirse más cómodo en su entorno habitual.

“Quedas como un herido de guerra”, detalló.

Luna agregó: “Yo salí del proceso con una voluntad superaferrada, pero con mi cuerpo bien deteriorado y me me tomó, eh. Sí me costó, terminé realmente flaquita.

Cuando les preguntamos sobre su mayor aprendizaje, todos coincidieron en que el programa les enseñó a valorar lo esencial.

“Pues para mí, mi mayor aprendizaje es en qué invertimos nuestra energía día a día. ¿En qué invertimos nuestra energía física de acción y en qué invertimos nuestra energía mental? ¿Hacia dónde van dirigidos tus pensamientos? Que eso va a llevar tus acciones, ¿no?“, dijo Manuel y añadió:

“Si nos quejamos de todo, la queja y la crítica y el juzgar a los demás, digamos, son energías negativas que no construyen, sino destruyen. Y la energía positiva es que inviertas en pensar cómo puedo ayudar, o sea, resaltar las cosas buenas construyen y ayudan a sobrevivir”.

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