Luces neón: estos son los principales riesgos de tenerlas en tu habitación

Aunque son llamativas, podrían generar diversos daños a la salud

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Los daños de las luces
Los daños de las luces neón para la salud Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La exposición prolongada a luces de neón, conocidas por su brillo intenso y colores vibrantes, podría tener efectos negativos en la salud ocular. Aunque estas fuentes de iluminación son populares en letreros y decoraciones urbanas, se han hecho populares en los hogares, en donde su interacción con la vista humana plantea preocupaciones que incluyen a la fatiga visual.

Este fenómeno ocurre cuando los ojos se ven obligados a adaptarse a la intensidad y el contraste de estas luces durante períodos prolongados. La tensión generada en los músculos oculares puede derivar en molestias como dolor, sequedad o una sensación de incomodidad general. Además, el parpadeo constante que a menudo caracteriza a estas luces puede agravar el problema, intensificando la carga visual.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

El deslumbramiento y sus efectos en la visión nocturna

Otro de los problemas destacados es el deslumbramiento, especialmente en entornos oscuros o durante la noche. Las luces de neón, debido a su brillo extremo, pueden dificultar la capacidad de enfocar correctamente, lo que reduce la claridad visual.

Este efecto no solo genera molestias, sino que también puede representar un riesgo en situaciones que requieren atención visual precisa, como la conducción nocturna.

Ante esto, la intensidad de estas luces puede variar dependiendo de su diseño y ubicación, lo que influye directamente en el nivel de deslumbramiento experimentado.

Las personas más sensibles a la luz podrían ser particularmente vulnerables a este efecto, experimentando una mayor dificultad para adaptarse a los cambios de iluminación.

Interferencia con el sueño y el ritmo circadiano

Además de los problemas visuales, las luces de neón pueden tener un impacto significativo en el ritmo circadiano, el ciclo natural que regula el sueño y la vigilia.

Según varios estudios, la luz azul emitida por estas fuentes de iluminación puede inhibir la producción de melatonina, una hormona esencial para conciliar el sueño.

Esto es especialmente preocupante cuando la exposición ocurre en las horas previas a dormir, ya que puede dificultar el descanso nocturno y alterar los patrones de sueño a largo plazo.

El informe subraya que este efecto no se limita exclusivamente a las luces de neón, sino que también se observa en otras fuentes de luz artificial, como las luces LED.

Imagen ilustrativa Infobae
Imagen ilustrativa Infobae

Recomendaciones para proteger la vista

Para minimizar los riesgos asociados con las luces de neón, los especialistas sugieren una serie de medidas preventivas.

Entre ellas, se recomienda evitar mirar directamente estas fuentes de luz durante períodos prolongados y realizar descansos visuales regulares para reducir la tensión ocular. Asimismo, el uso de filtros o gafas con protección para la luz azul puede ser una herramienta útil para mitigar algunos de los efectos negativos.

El análisis también enfatiza la importancia de adaptar los entornos de iluminación, especialmente en espacios interiores, para reducir la exposición innecesaria a luces intensas.

En el caso de los letreros de neón, se sugiere considerar alternativas de diseño que disminuyan el impacto visual sin comprometer su funcionalidad.

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