Nuevo estudio rechaza que la civilización maya haya “colapsado” hace mil años

La teoría de que la civilización maya se derrumbó tras la caída de sus grandes ciudades puede ser errónea

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La historia de la cultura
La historia de la cultura maya logró persistir luego del abandono de las grandes ciudades. (wikimedia)

La civilización maya fue una de las culturas precolombinas más destacadas de Mesoamérica, desarrollándose principalmente en el sureste de México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Su apogeo ocurrió durante el periodo Clásico, entre los años 250 y 900 d.C., aunque sus orígenes se remontan a cerca del 2000 a.C

Los mayas se destacaron por sus avanzados conocimientos en astronomía, matemáticas y arquitectura, logrando construir majestuosas ciudades como Tikal, Chichén Itzá, Palenque y Copán, con impresionantes pirámides, templos y plazas ceremoniales.

Una de las versiones más comentadas por los arqueólogos es que la civilización maya comenzó a colapsar después del siglo X a causa de factores como el clima, la sobrepoblación y sus propios disturbios políticos, teniendo que abandonar sus grandes ciudades con gran parte de su identidad y apogeo, sin embargo esta idea podría ser errónea de acuerdo al estudio realizado por Pedro Delgado Kú, arqueólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UAY).

¿Qué pasó con los mayas del periodo Clásico?

La cultura maya se trasladó
La cultura maya se trasladó a sociedades más rurales para preservar su conocimiento (Wikimedia Commons)

De acuerdo con el estudio de Delgado Kú y la arqueóloga estadounidense Marilyn Masson publicado en la revista Journal of Anthropological Archaeology, la civilización maya del periodo clásico nunca desapareció, sino que fue adaptándose en el postclásico como una sociedad más rural que mantuvo el conocimiento y cultura de los antiguos mayas de las grandes ciudades.

“Se oye decir que la civilización maya terminó en el año 1000 d.C. Pero no fue así (...) el periodo Postclásico es una historia de éxito de resiliencia y recuperación en el norte para la estatalidad maya tardía” comentó Marilyn Masson arqueóloga de la Universidad Estatal de Nueva York para la revista National Geographic.

Un ejemplo que demuestra esta nueva versión sobre el destino de la cultura maya surgió al estudiar la caída de Chichén Itzá en el año 1050 d.C. debido a una gran sequía, aunque en un principio se creyó que la civilización no pudo reponerse del todo, tiempo después se levantó la ciudad de Mayapán con grandes pirámides como el Templo de Kukulkán.

La historia de la ciudad de Mayapán sería una evidencia viva de cómo los mayas del postclásico mantenían gran parte del conocimiento de la civilización, por lo que su investigación fue fundamental para rastrear qué fue de esta cultura a través del tiempo.

“En algunos aspectos sí cambiaron, pero en otros, la forma en que siguieron haciendo las cosas es notablemente estable a lo largo de los siglos (...) no se trata de una devastación generalizada”, compartió Elizabeth Paris, arqueóloga de la Universidad de Calgary experta en Mayapán para National Geographic.

De acuerdo con los autores del estudio, este tipo de investigaciones son el resultado de una investigación arqueológica más enfocada en el contexto general que en enfocarse solo en los grandes monumentos.

Los herederos de la cultura maya

Las más grandes comunidades mayas
Las más grandes comunidades mayas de la actualidad se encuentran en Yucatán y en Guatemala. (Wikimedia Commons)

De acuerdo con el Sistema de Información Cultural (SIC) Las comunidades mayas actuales se encuentran principalmente en áreas del sureste de México, como Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco, además de países como Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador con un índice demográfico de aproximadamente 7 millones de personas.

Estas comunidades son herederas de una rica tradición cultural que han mantenido viva a través de sus idiomas, costumbres y formas de vida. En la actualidad, millones de personas se identifican como mayas y muchas de ellas hablan alguna de las lenguas derivadas de su sistema lingüístico ancestral, como el maya yucateco, tzotzil, tzeltal, entre otras.

La agricultura sigue siendo una actividad fundamental, especialmente en el cultivo del maíz, alimento central en su dieta y cultura. También conservan artesanías tradicionales como el bordado, la producción de textiles y cerámicas, que no solo tienen un valor utilitario, sino también simbólico.

“Pudimos demostrar que muchos aspectos culturales no han cambiado ni siquiera hoy: siguen siendo los mismos (...) Estoy orgulloso de ser maya y de trabajar con los vestigios de lo que hicieron nuestros antepasados”, mencionó Delgado Kú.

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