Prepara gelatina de agua de tamarindo y mango, una opción ligera y deliciosa

Estos frutos tropicales, cargados de propiedades nutricionales, convergen en una preparación accesible e ideal para compartir en familia

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Con cada cucharada, experimentarás el
Con cada cucharada, experimentarás el equilibrio entre el dulce mango, el ácido tamarindo y un toque picante que te sorprenderá. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La gelatina de agua de tamarindo con mango es una opción refrescante y deliciosa que aprovecha ingredientes tradicionales de la gastronomía mexicana. Este postre, que combina la acidez característica del tamarindo con la dulzura del mango, destaca por su fácil preparación y su versatilidad para cualquier ocasión, desde una tarde calurosa hasta una reunión con amigos.

Su textura suave y ligera se complementa con un toque de chile en polvo y chamoy, creando una deliciosa mezcla de sabores tropicales, dulces y picantes, pero además de su atractivo culinario, sus ingredientes aportan beneficios nutricionales.

En términos nutricionales, el mango es una excelente fuente de vitaminas A, C y del grupo B, esenciales para el sistema nervioso y el metabolismo; mientras que el tamarindo, rico en vitaminas B, C y E, mejora el tránsito intestinal y fortalece el sistema inmunológico.

En cuanto al chile en polvo, aunque en pequeña cantidad para esta preparación, dispone de propiedades antioxidantes y antiinflamatorias gracias a la capsaicina, que también puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y acelerar el metabolismo.

Receta paso a paso de la gelatina de agua de tamarindo y mango

Además de ser económica, esta
Además de ser económica, esta receta no exige habilidades culinarias avanzadas.

Esta receta de dificultad baja, que estará lista en un promedio de tres horas con 20 minutos, fue publicada por Mara Alpizar en Kiwilimón, y sólo necesita siete ingredientes para prepararse, con la capacidad de rendir hasta ocho porciones.

Aunque la preparación está diseñada con mango, se puede utilizar cualquier otra fruta al gusto.

Ingredientes

  • 1 litro de agua de tamarindo
  • 3 sobres de grenetina, hidratada y derretida
  • 1 sobre de gelatina de mango
  • 4 tazas de agua, caliente
  • 2 tazas de mango, en cubos
  • Chamoy líquido al gusto
  • Chile en polvo al gusto

Preparación

  1. Caliente el tamarindo en una olla con agua hasta que suelte el hervor. Retire del fuego, agregue la grenetina y mezcle hasta disolver.
  2. Transfiera la mezcla a un molde y deje enfriar por 1 hora.
  3. En un bowl, mezcle la gelatina de mango con el agua de mango hasta disolver. Deje enfriar un poco.
  4. Coloque los cubos de mango sobre la gelatina de tamarindo y vierta la gelatina de mango. Refrigere durante 2 horas.
  5. Desmolde la gelatina y sirva con chamoy y chile en polvo.

Propiedades nutrimentales de los ingredientes

El tamarindo tiene la capacidad
El tamarindo tiene la capacidad para equilibrar sabores y realzar la frescura de los platillos, aportando una dimensión agridulce que es difícil de replicar con otros ingredientes.

El tamarindo, uno de los ingredientes principales de esta receta, tiene una larga historia en México. Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, este fruto llegó al país durante la época colonial, traído por los españoles desde su lugar de origen, la India. Su cultivo prosperó en las zonas tropicales, especialmente en la vertiente del Pacífico, y desde entonces se ha convertido en un elemento esencial de la gastronomía mexicana.

Aunque es común encontrar el tamarindo en dulces, aguas frescas y como condimento, posee propiedades medicinales que lo hacen valioso en el tratamiento de diversas afecciones. Según El Poder del Consumidor, el tamarindo tiene propiedades laxantes, diuréticas, astringentes, antipiréticas y antisépticas, y se emplea para tratar problemas digestivos, enfermedades del hígado, fiebre, asma e incluso intoxicaciones alcohólicas.

Además, el tamarindo contiene un alto contenido de fibra, con 20 gramos por cada 100 gramos de tamarindo, y es una fuente importante de minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio, zinc y fósforo.

Además de su sabor incomparable,
Además de su sabor incomparable, el mango es rico en compuestos bioactivos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades crónicas.

En cuanto al mango, también tiene una rica historia y un importante valor nutricional. Según la Procuraduría Federal del Consumidor, este fruto es originario del noroeste de la India, el norte de Birmania y Sri Lanka, donde se cultivó por primera vez hace aproximadamente cinco mil años. En México, el mango es ampliamente consumido tanto al natural como en una variedad de preparaciones, que incluyen cocteles, aguas, licuados, helados, pasteles y salsas.

El mango contiene minerales como calcio, potasio y magnesio, además de antioxidantes y fibra, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema digestivo, asimismo, su contenido de potasio es particularmente importante para la actividad muscular y la transmisión de impulsos nerviosos.

En México, existe una gran variedad de mango, entre ellas el Ataúlfo, originario de Soconusco, Chiapas; esta variedad se caracteriza por su pulpa jugosa, sabor dulce, tamaño pequeño y bajo contenido de fibra. Otra de ellas es el Manila, que tiene una forma elíptica y es de color amarillo, con una cáscara delgada y una pulpa firme con bajo contenido de fibra.

Por su parte, el Kent es ideal para la producción de jugos y mango deshidratado porque tiene una pulpa jugosa y tierna, y su color varía entre verde oscuro y un rubor rojizo. Mientras que, finalmente, el Tommy Atkins o mango petacón, es originario de Florida, de tamaño mediano a grande y con una pulpa firme y fibrosa; su color rojizo oscuro con acentos verdes y anaranjados lo hace fácilmente reconocible.

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