Migrantes optan por establecerse en México: “Yo tengo un plan y hacer mi vida acá, en Juárez”

Ciudad Juárez se convierte en refugio para miles de migrantes que enfrentan dificultades para acceder a Estados Unidos

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Migrantes venezolanos, nicaragüenses y cubanos
Migrantes venezolanos, nicaragüenses y cubanos enfrentan retos adicionales por tensiones diplomáticas con Estados Unidos . REUTERS/Jose Luis Gonzalez

Luego que las restricciones impuestas por la administración del presidente Donald Trump han dificultado el ingreso a Estados Unidos, migrantes provenientes de Venezuela, Cuba, Panamá, Ecuador, Perú, Colombia, Honduras, Salvador, Guatemala y Haití, entre otros han optado por establecerse en México, en espera de que las condiciones mejoren más adelante.

La frontera norte de México enfrenta un nuevo desafío humanitario con la llegada de miles de migrantes que, debido a la violencia en sus lugares de origen o la necesidad de permanecer cerca de sus familiares en Estados Unidos, han decidido establecerse en ciudades fronterizas como Ciudad Juárez.

Ante la dificultad de cruzar la frontera, muchos migrantes que inicialmente buscaban cruzar hacia Estados Unidos han optado por quedarse en Ciudad Juárez, una ciudad fronteriza con el estado de Texas, en busca de estabilidad y oportunidades laborales.

Este es el caso de Katherine Nicole Velázquez García, quien expresó su decisión de permanecer en la ciudad fronteriza tras enfrentar repetidos rechazos al intentar ingresar al territorio estadounidense.

Yo tengo un plan, seguir trabajando y hacer mi vida acá, en Juárez”, declaró Velázquez García a la agencia EFE.

Integrantes de la Guardia Nacional
Integrantes de la Guardia Nacional llegan a Ciudad Juárez como parte de los acuerdos entre la presidenta, Claudia Sheinbaum, y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, a fin de reforzar la seguridad en la frontera común y combatir el tráfico de drogas, en especial de fentanilo. EFE/ Luis Torres

Refugios en Ciudad Juárez anticipan una mayor demanda

El pastor Francisco González, representante de la red de albergues Somos Uno por Juárez, informó que actualmente los refugios de la organización presentan una ocupación del 40% al 45%. Sin embargo, advirtió que la demanda de estos espacios podría aumentar en los próximos meses debido a las restricciones migratorias y la permanencia prolongada de los migrantes en la región.

Según explicó el pastor, muchos de los migrantes que han decidido quedarse en Ciudad Juárez mantienen la esperanza de que las políticas migratorias se flexibilicen en el futuro.

Además, destacó que varios de ellos tienen familiares en Estados Unidos, como hijos o esposas con estatus legal, lo que los motiva a permanecer cerca de la frontera. Por otro lado, el retorno a sus lugares de origen no es una opción viable para muchos.

El flujo migratorio hacia la frontera norte de México también incluye a personas provenientes de países con relaciones tensas con Estados Unidos, como Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Organizaciones humanitarias enfrentan retos importantes
Organizaciones humanitarias enfrentan retos importantes para satisfacer las necesidades de la creciente población migrante en la región. (AP Foto/Félix Márquez, archivo)

La llegada de estos migrantes podría generar una mayor presión sobre los albergues y las autoridades locales, que ya enfrentan dificultades para atender las necesidades básicas de quienes llegan a la región.

El pastor González señaló que, en los días previos al endurecimiento de las políticas migratorias, varios migrantes intentaron entregarse a las autoridades estadounidenses con la esperanza de ser admitidos. Sin embargo, muchos de ellos fueron rápidamente devueltos a México.

“Muchos se entregaron el 17 y el 18 de enero, pero ya regresaron. Los de Guatemala y Honduras volvieron a la frontera y están regresando a los albergues”, explicó.

Mientras las políticas migratorias de Estados Unidos se endurecen, Ciudad Juárez se consolida como un punto estratégico para los migrantes que buscan nuevas oportunidades en México.

La ciudad, ubicada en el estado de Chihuahua, se ha convertido en un refugio temporal para quienes no pueden regresar a sus lugares de origen ni avanzar hacia su destino final en Estados Unidos.

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