Estos son los principales daños que sufren los dientes al dejar de tomar agua

La buena hidratación es complemento a la higiene para mantener una salud bucal estable

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Esta es la importancia de
Esta es la importancia de tomar agua para la salud bucal Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La falta de hidratación no solo afecta el bienestar general del cuerpo, sino que también tiene consecuencias directas en la salud bucal. Según diversos estudios, no consumir suficiente agua puede desencadenar una serie de problemas dentales que van desde la acumulación de placa bacteriana hasta el aumento del riesgo de infecciones en la boca.

De acuerdo con los especialistas, uno de los problemas más comunes asociados con la deshidratación es la boca seca, también conocida como xerostomía.

Este trastorno ocurre cuando la producción de saliva disminuye, lo que puede derivar en una serie de complicaciones. Entre ellas, destaca el aumento del riesgo de caries, ya que la saliva actúa como un neutralizador natural de los ácidos presentes en la boca. Sin esta protección, el esmalte dental queda expuesto al ataque de bacterias.

Además, la boca seca puede dificultar actividades cotidianas como tragar y hablar, y también es una de las principales causas del mal aliento, ya que la saliva ayuda a eliminar restos de alimentos y bacterias.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

La acumulación de placa y sarro: un problema silencioso

Otro de los efectos negativos de no consumir suficiente agua es la acumulación de placa bacteriana y sarro. El agua ayuda a eliminar los restos de alimentos que quedan en la boca después de comer, reduciendo así la proliferación de bacterias.

Sin embargo, cuando no se bebe la cantidad adecuada de agua, estos residuos permanecen en los dientes, lo que favorece la formación de placa, una película pegajosa de bacterias que, si no se elimina, puede endurecerse y convertirse en sarro.

El sarro no solo es más difícil de eliminar, sino que también puede provocar problemas más graves, como enfermedades de las encías. Estas afecciones incluyen la gingivitis, que se caracteriza por la inflamación de las encías, y la periodontitis, una enfermedad más severa que afecta los tejidos y huesos que sostienen los dientes. Además, la placa bacteriana contiene microorganismos que producen ácidos capaces de desgastar el esmalte dental, lo que incrementa el riesgo de caries.

Infecciones bucales: un riesgo latente

La deshidratación también puede aumentar la probabilidad de desarrollar infecciones en la boca. Ante ello, el agua es fundamental para mantener la mucosa bucal hidratada, pues su ausencia puede generar un ambiente propicio para la aparición de infecciones como la candidiasis bucal, una afección causada por hongos, o las llagas bucales, que suelen surgir cuando la boca está seca o irritada.

El impacto en el esmalte dental y la sensibilidad

El equilibrio del pH en la boca es otro aspecto que se ve afectado por la falta de agua. Según un estudio, los ácidos provenientes de los alimentos y las bacterias pueden desmineralizar el esmalte dental si no se neutralizan adecuadamente. Esto puede provocar erosión en los dientes, un proceso en el que se pierde la capa protectora de los dientes, dejándolos más vulnerables a daños y aumentando su sensibilidad.

La falta de saliva, que actúa como una barrera protectora, puede hacer que las encías se irriten con mayor facilidad, lo que puede derivar en inflamación o sangrado. Asimismo, los dientes pueden volverse más sensibles a estímulos como el frío o el calor, lo que puede dificultar la ingesta de ciertos alimentos o bebidas.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

El agua como aliada contra las caries y otros problemas dentales

Finalmente, los científicos destacan que el agua desempeña un papel esencial en la prevención de caries y otros problemas dentales. Al diluir los azúcares y ácidos que quedan en la boca después de comer o beber, el agua ayuda a reducir el tiempo que estos compuestos dañinos permanecen en contacto con los dientes. Sin una hidratación adecuada, los residuos de alimentos azucarados y ácidos pueden acumularse, aumentando significativamente el riesgo de caries y otros trastornos bucales.

Beber suficiente agua no solo ayuda a prevenir problemas como la boca seca, la acumulación de placa y las infecciones, sino que también protege el esmalte dental y reduce la sensibilidad de los dientes.

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