Receta fácil para preparar pastel mil hojas de ate con queso

Este postre combina ingredientes llenos de tradición y texturas de forma sencilla, lo que lo convierte en una opción ideal para ocasiones especiales

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Pastel de mil hojas con
Pastel de mil hojas con ate y queso, una combinación de capas crujientes con el equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El ate es popularmente conocido en México como un dulce y se produce en distintas regiones del país, ya sea en molde o en barra. Aunque en cada región se elabora con distintas recetas y frutos, los más comunes son los ates de guayaba, membrillo y tejocote.

De acuerdo con el diccionario gastronómico de Larousse, es originario del Medio Oriente y fue traído a México por los españoles, quienes a su vez lo conocieron de los árabes.

También señala que en Michoacán se cocinan tradicionalmente en cazos de cobre aunque en otras regiones se utilizan cazuelas de barro u ollas gruesas, detallando que en los mercados de México se venden por peso, es decir, los bloques se cortan en pedazos del tamaño que el cliente elige.

En diferentes regiones de México suele comerse solo pero en zonas como Coahuila se acompaña con rebanadas de queso fresco o manchego. Incluso menciona que se le llama cajeta en Durango, Sonora, Chihuahua y otros estados del norte.

Al mezclar su sabor característico y su consistencia, esta receta promete ser una experiencia culinaria inigualable, pues cuenta con diferentes texturas que van desde lo crujiente de la pasta phylo hasta el la cremosidad del queso.

Receta de mil hojas de ate con queso

Este postre combina capas crujientes
Este postre combina capas crujientes de pasta phylo con la suavidad del queso derretido y el dulce sabor del ate. (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con la receta de Paulina Abascal disponible en el libro Larousse de los postres, su preparación es de dificultad sencilla y rinde ocho porciones iguales

Ingredientes

  • 14 láminas de pasta phylo (520 g)
  • ¾ de taza de mantequilla fundida (150 g)
  • 2⅓ tazas de queso manchego o Chihuahua rallado (300 g)
  • 2½ tazas de ate de guayaba o de membrillo cortado en rebanadas delgadas (400 g)
  • Azúcar glass para decorar
  • Rebanadas de ate, para decorar

Utensilios especiales

Se requiere de una charola para horno que tenga una cubierta de papel siliconado o tapete de silicón

Instrucciones

  • El primer paso consiste en preparar la base del postre, es decir, la pasta phylo. Para ello, se deben cortar 160 rectángulos de aproximadamente 15 × 20 centímetros. Cada uno de estos rectángulos debe ser barnizado con mantequilla derretida antes de ser apilado en grupos de cinco, formando un total de 32 montones
  • Posteriormente, estos montones se hornean a una temperatura de 180 °C durante 15 minutos o hasta que comiencen a adquirir un tono dorado
  • Una vez fuera del horno, es fundamental dejarlos enfriar completamente antes de continuar con el armado del postre
  • El montaje del mil hojas es una de las etapas más importantes del proceso debido a que cada porción se construye colocando un rectángulo de pasta phylo como base, sobre el cual se distribuye una capa de queso rallado y rebanadas de ate
  • Este procedimiento se repite dos veces más, intercalando capas de pasta phylo con los ingredientes mencionados, hasta completar tres niveles. Este método asegura que cada bocado contenga una mezcla equilibrada de sabores y texturas
  • Para finalizar, los mil hojas se espolvorean con azúcar glas, lo que equilibra los sabores del postre
  • Antes de servir, se recomienda hornearlos nuevamente durante unos minutos, lo suficiente para que el queso se derrita ligeramente y se integre mejor con el resto de los ingredientes
Se sugieren fresas o kiwis
Se sugieren fresas o kiwis para decorar y acompañar el postre añadiendo un toque ácido al dulce tradicional. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se sugiere servir los mil hojas inmediatamente después de este último horneado, para disfrutar de su textura y sabor en su punto óptimo

Como recomendación culinaria se aconseja agregar algunas hojas de menta o hierbabuena para darle un toque refrescante. Con el fin de que los sabores se enriquezcan aún más, se le pueden agregar fresas o kiwis que además de funcionar como decoración aportarán todos sus nutrientes y un toque ácido que compensa y equilibra el postre.

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