La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha intensificado su escrutinio sobre el manejo de fauna silvestre en el delfinario Dolphinaris Barceló, ubicado en el Hotel Barceló, en Quintana Roo.
Según informó la dependencia, se ha solicitado a la empresa responsable, TAGEPA S.A.P.I. de C.V., que entregue documentación relacionada con el fallecimiento del delfín nariz de botella (Tursiops aduncus), identificado como “Plata”, así como el traslado del ejemplar llamado “Alex”. El plazo para cumplir con esta solicitud vence este 31 de enero de 2025.
De acuerdo con la Profepa, desde el 24 de enero se pidió a la empresa que presentara pruebas de que notificó a la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sobre el fallecimiento del delfín “Plata”, así como la autorización para el traslado de “Alex”.
En caso de que este último también haya fallecido, se requiere evidencia de que se informó a la autoridad correspondiente. Esta solicitud forma parte de una investigación más amplia sobre el cumplimiento de las normativas ambientales en instalaciones que manejan vida silvestre.
Revisión de registros y manejo de fauna silvestre
Además de los documentos específicos sobre “Alex” y “Plata”, la institución ha solicitado a la DGVS información detallada sobre el registro del delfinario como Predio o Instalación que Maneja Vida Silvestre (PIMVS), el plan de manejo aprobado y actualizado, y los informes anuales correspondientes al periodo de 2018 a 2024. También se requiere el inventario de ejemplares de fauna silvestre, albergados en el lugar durante esos años, así como los registros de altas y bajas de los animales, los cuales incluyen dictámenes médicos y necropsias realizadas.
Asimismo, la solicitud incluye las autorizaciones de traslado de los delfines nariz de botella entre instalaciones, con el objetivo de verificar la legalidad de estos movimientos. Según la institución, esta información es esencial para garantizar que las instalaciones cumplan con las obligaciones establecidas por la ley, las cuales buscan asegurar el bienestar de los ejemplares y prevenir actividades ilícitas como el tráfico de especies.
Garantías legales y posibles sanciones
La procuradora federal de protección al ambiente, Mariana Boy Tamborrell, explicó que la recopilación de esta documentación permitirá verificar la legalidad de la posesión de los ejemplares en el delfinario, así como la congruencia entre el plan de manejo aprobado y los registros de bajas reportadas. También se busca rastrear los traslados de los animales para identificar posibles irregularidades.
Asimismo, Boy Tamborrell enfatizó que, en caso de detectarse infracciones, se impondrán las sanciones correspondientes. “Continuaremos informando sobre este tema y trabajando para asegurar el cumplimiento de la legislación ambiental”, afirmó la funcionaria.
La dependencia de cuidado ambiental destacó que las instalaciones autorizadas para manejar vida silvestre deben cumplir con estrictos requisitos legales que incluyen la presentación de información detallada sobre nacimientos, fallecimientos y dictámenes médicos. Estas medidas no solo buscan garantizar el bienestar de los animales, sino también prevenir que estas actividades sirvan como fachada para el tráfico ilegal de especies.