La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha compartido una serie de recomendaciones para seleccionar el calzado adecuado, en las que se prioriza la comodidad y la funcionalidad por encima de la estética. Estas sugerencias buscan no solo evitar molestias inmediatas, sino también prevenir complicaciones a largo plazo.
La importancia de un calzado adecuado según la edad y el uso
La Profeco destacó que la elección del calzado debe considerar factores como la edad y el uso previsto. A medida de que las personas envejecen, la piel de los pies tiende a resecarse y endurecerse, la movilidad se reduce y pueden aparecer deformaciones, lo que hace aún más crucial optar por un calzado que se adapte a estas necesidades específicas.
Para el calzado de uso diario en exteriores, la institución subrayó que este debe proteger los pies de las condiciones urbanas, mantenerlos a una temperatura adecuada y evitar lesiones. Además, es esencial que el calzado se ajuste a la forma del pie y permita movimientos naturales, lo que podría reducir el riesgo de rozaduras y deformidades. La amortiguación de impactos, la flexibilidad y la ligereza son características clave para garantizar una pisada cómoda y segura.
En cuanto al calzado para el hogar, Profeco señaló que este debe ofrecer una buena sujeción, especialmente en la zona del empeine, y contar con un forro interior sin costuras para evitar molestias en personas con pies delicados, tales como aquellos que padecen pie diabético o reumático. Asimismo, advirtió sobre el uso de sandalias, ya que estas pueden provocar caídas, esguinces y traumatismos en los dedos si no se eligen adecuadamente.
Principales problemas en los pies asociados al calzado
Según la dependencia, el uso de calzado inadecuado puede derivar en diversas afecciones, entre las que destacan los espolones calcáneos, el pie de atleta, los callos, los juanetes, el neuroma de Morton y el dedo en martillo.
- Espolones calcáneos
Esta condición se caracteriza por un crecimiento óseo en el talón, específicamente en la zona donde se conecta la fascia plantar, una banda de tejido que recorre la planta del pie.
Los espolones suelen desarrollarse debido al estrés repetitivo en esta área. Entre las opciones de tratamiento se incluyen el reposo, el uso de compresas frías, medicamentos antinflamatorios, plantillas adecuadas y, en casos graves, cirugía.
- Pie de atleta
El pie de atleta es una infección micótica que afecta principalmente la piel entre los dedos, aunque puede extenderse a otras áreas del pie. Esta afección, que es altamente contagiosa, suele aparecer tras caminar en superficies húmedas. Los síntomas incluyen picazón, dolor y grietas en la piel. El tratamiento consiste en mantener los pies limpios y secos, además de aplicar productos antimicóticos en crema, aerosol o polvo.
- Callos
Los callos son engrosamientos de la piel que se forman generalmente en los dedos debido al roce constante con el calzado. Aunque no son peligrosos, pueden causar dolor e incomodidad. Para tratarlos, se recomienda usar calzado más amplio, aplicar almohadillas protectoras o, en casos extremos, recurrir a la cirugía.
- Juanetes
Los juanetes son protuberancias óseas que se desarrollan en las articulaciones de los dedos, especialmente en el dedo gordo. Esta condición puede ser consecuencia del uso prolongado de calzado ajustado o de la artritis. El tratamiento incluye el uso de calzado cómodo, almohadillas protectoras, medicamentos y, en casos severos, cirugía.
- Neuroma de Morton
Esta afección se produce cuando el tejido alrededor de los nervios entre los huesos largos del pie se engrosa, lo que causa dolor, hinchazón y, en ocasiones, entumecimiento. El tratamiento puede incluir reposo, cambio de calzado, inyecciones de cortisona o cirugía.
- Dedo en martillo
El dedo en martillo ocurre cuando una articulación del dedo se dobla de manera anormal, lo que genera una protuberancia que puede causar dolor y callosidades. Esta condición suele agravarse con el uso de calzado ajustado. Las opciones de tratamiento incluyen el uso de almohadillas, calzado más amplio y, en casos graves, cirugía.
Recomendaciones finales para una elección adecuada
Profeco enfatizó que el calzado debe adaptarse al pie y no al revés. Para garantizar una buena elección, se recomienda probar ambos zapatos con los calcetines o medias que se usarán habitualmente. Además, es importante que este sea flexible, ligero y que no cause molestias al doblar el pie.
La suela y la plantilla también juegan un papel crucial en la comodidad. La suela debe ofrecer un buen agarre al suelo para evitar resbalones, mientras que la plantilla debe mantener la planta del pie libre de sudor y distribuir adecuadamente las presiones al caminar.
Finalmente, Profeco recordó que la parte trasera del calzado debe ser cerrada y ajustarse bien al talón para garantizar estabilidad y amortiguación. En el caso de los zapatos abiertos, se recomienda optar por modelos con tiras traseras que queden por debajo del tobillo para evitar rozaduras e inflamaciones.
Con estas recomendaciones, Profeco busca concienciar a los consumidores sobre la importancia de elegir un calzado adecuado que no solo brinde comodidad, sino que también contribuya a la salud y bienestar de los pies a largo plazo.