Es común que muchas personas busquen rejuvenecer su piel de diferentes maneras como resultado de la influencia de los estándares culturales y sociales, que suelen asociar la juventud con salud, belleza y vitalidad.
Estos valores fomentan un mayor cuidado personal y a su vez el desarrollo de costosos productos cosméticos diseñados específicamente para combatir los signos del envejecimiento, como arrugas, manchas oscuras y pérdida de elasticidad en la piel.
Uno de los productos más consumidos a través de suplementos alimenticios es el colágeno, una proteína estructural del cuerpo encargada de brindar fuerza, estructura y soporte a todos los tejidos que se encuentran principalmente en la piel, cartílagos, huesos y tendones.
Sin embargo, los suplementos alimenticios no son la única fuente para adquirir colágeno, pues de acuerdo con Marie Hélène Lair, directora de comunicación científica de la desarrolladora cosméticos, Clarins, existen hábitos de nuestro día a día que pueden ayudarnos a conservar nuestras propias reservas de colágeno.
La importancia de la rutina en nuestra piel
De acuerdo con Hélène Lair, es normal que la reserva nativa de colágeno disminuya en un 1% cada año a partir de los 20-25 años. Sin embargo, mencionó que nuestra forma de vida tiene un gran impacto en mantener al margen esta reducción de la proteína.
“Todo tiene que ver con la epigenética. En resumen, el 85% de los signos de la edad están directamente vinculados a nuestro estilo de vida. Adoptando un estilo saludable podemos ser los ‘pilotos’ de nuestro envejecimiento, ya que solo el 15% está ligado a la herencia genética. Los cinco pilares de esa forma de vida sana son: alimentación, optimismo, manejo del estrés, práctica deportiva y relaciones sociales positivas”, mencionó la directora científica de Clarins para la revista Vogue España.
Entre los consejos para potenciar los hábitos que mencionó destaca la decisión de rodearte de personas positivas, ya que las buenas relaciones sociales reducen los niveles de estrés y eso repercute directamente a las reservas de colágeno y a la firmeza de la piel porque el estrés es una agresión que hace que nuestras células no trabajen correctamente.
Además, es importante la exposición solar y una dieta desequilibrada con la presencia de alimentos ricos en proteína como el pescado, las carnes y algunos vegetales que potencian su producción natural como los cítricos con altas cantidades de vitamina C.
“El exceso de tabaco, alcohol, comida chatarra, estrés, rayos solares e incluso una rutina de cuidado de la piel inadecuada pueden modificar los componentes de la piel responsables de la firmeza. Las fibras de la piel (colágeno y elastina) pueden dañarse por la oxidación vinculada a agresiones ambientales y diarias”, añadió Hélène Lair.
Cómo preparar extracto de colágeno
Además de los hábitos y los productos, puedes obtener los beneficios del colágeno más fácilmente si lo extraes para consumirlo directamente, para ello, puedes seguir la siguiente receta publicada por el sitio El Universo.
Preparación paso a paso
Paso 1: para hacer este preparado necesitas disolver en agua unos 200 gramos de escamas de pescado y una cucharada de bicarbonato de sodio.
Paso 2: tras 10 minutos de reposo, el preparado tendrá que enjuagarse con agua nueva para después cocinarlas en una olla por 45 minutos
Paso 3: el siguiente y último paso es licuar las escamas cocinadas junto a un poco de agua, colarlas y refrigerarlas por 24 horas.
Luego del paso 3 ya podrás consumirlo, se recomiendan dos cucharadas diarias, aunque si lo quieres es aplicar las escamas de pescado directamente a la cara, basta con mezclar las dos cucharadas del preparado con dos de leche y una de miel, dejando actuar la mascarilla por unos 10 minutos.