Desde hace unos días decenas de migrantes de Venezuela, Cuba y países de Centroamérica, abarrotan las instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) tanto de las oficinas de Naucalpan, en el Estado de México como en las otras sucursales de la frontera sur de México, tal es el caso de Tapachula, Chiapas.
De acuerdo con los primeros reportes, los migrantes que se han quedado varados en México, luego de que ya no pueden seguir su curso a Estados Unidos, se han contabilizado al menos mil 500 personas que llegan al día a la Comar, para tramitar un certificado de estancia legal que les permita quedarse en México.
Esto luego de las nuevas medidas que anunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció que impedirá avanzar a los migrantes a su país. Entre 2011 y 2024 se contabilizaron alrededor de 800 solicitudes de refugio en México.
Sin embargo, la lista de espera para iniciar el trámite ya se ha extendido hasta el 5 de marzo, debido a la alta demanda de personas que solicitan la ayuda de refugio para poder quedarse a trabajar en México.
Se trata de cientos de migrantes que se dirigían a Estados Unidos; sin embargo desde el pasado 20 de enero, cuando Trump llegó a la Casa Blanca, comenzó una larga lista de personas varadas en la frontera.
El panorama no es nada alentador y se complica con las bajas temperaturas que azotan al país desde hace unos días. Incluso, los migrantes cubanos y venezolanos improvisaron camas con sábanas sobre el suelo ante el gran número de personas que buscan la petición de asilo para evitar que las detenga el Instituto Nacional de Migración (INM) y sean deportados a sus lugares de origen.
Las aglomeraciones han sido tan impactantes, que tuvieron que llegar efectivos de la Guardia Nacional (GN) con equipos antidisturbios, en medio de gritos y empujones para poder poner el orden.
Migrantes expresaron que ahora buscan quedarse en México ante las medidas de Trump, como deportaciones masivas, despliegue de miles de militares en la frontera y la eliminación de la aplicación ‘CBP One’ de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que permitía solicitar asilo desde territorio mexicano.
La cubana Jaqueline Alfonso decidió quedarse en México tras estar dos meses en Tapachula, pero afirmó a EFE que no ha recibido respuesta de la Comar.
“Hay que esperar, yo por lo menos, particularmente, no vine con ninguna intención de ir para Estados Unidos, yo vine para quedarme en México para hacer mis papeles porque mis intenciones son aquí en México y no ir para ninguna parte, por eso me molesta tanto que se demoren los papeles porque yo quiero hacer una vida aquí”, expresó.
Algunas personas han sido enviadas a otras instalaciones de la Comar, en la Ciudad de México, ya que en Tapachula está saturado.