Un operativo realizado el pasado 14 de enero en Guadalajara, Jalisco, culminó con el desmantelamiento de un call center dedicado a actividades ilícitas; entre ellas, fraudes y extorsiones telefónicas.
Según informó la Fiscalía General del Estado de Jalisco, el inmueble, ubicado en las calles José María Lafragua y Medrano, en la Zona del Vestir, fue clausurado y se detuvieron a 12 personas presuntamente involucradas en los delitos.
De acuerdo con el medio La Silla Rota, este caso ha generado especulaciones sobre los posibles vínculos de este lugar con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, pues el modus operandi recuerda a otros call centers que también han sido desmantelados en la región que domina este grupo criminal.
Durante el operativo, en el que participaron cerca de 200 agentes de diversas corporaciones, se aseguraron 52 teléfonos celulares, cinco computadoras portátiles, 29 diademas, 53 libretas, una agenda, tres credenciales de elector del INE y cinco tarjetas de débito.
Estos objetos contenían información sensible de tarjetahabientes, principalmente del Estado de México y Puebla. Según detalló Milenio, la fiscalía de Jalisco continúa investigando para identificar a las víctimas y determinar el alcance de los fraudes cometidos.
Los detenidos también fueron engañados
Cinco de los detenidos, identificados como Nubia Paloma “N”, Mónica Ilse “N”, Lucio Armando “N”, Jonathan Alejandro “N” y Nalleli Saraí “N”, fueron vinculados a proceso por el delito de cohecho, luego de que intentaran sobornar a los agentes para evitar su detención.
El juez dictó prisión preventiva justificada por un año mientras se desarrolla la investigación. Las edades de los imputados oscilan entre los 19 y 25 años; mientras, la fiscalía continúa analizando su nivel de implicación en las actividades ilícitas.
Aunque la mayoría de los registros encontrados contenían únicamente números telefónicos y no nombres, se espera que estos datos permitan identificar a más víctimas y posibles responsables. Además, se está integrando una nueva carpeta de investigación por el delito de fraude.
Algunos de los detenidos fueron engañados, al igual que las víctimas de los fraudes. Según los testimonios de los implicados, varios de ellos llegaron al lugar tras responder a ofertas de empleo relacionadas con la venta de ropa en línea. Esto sin saber que en realidad iban a ser parte de una operación de fraude telefónico.
Cuando llegaron al lugar, se dieron cuenta de que el trabajo real consistía en realizar llamadas a personas haciéndoles creer que eran empleados de bancos.
Según las declaraciones de algunos de los detenidos, el pago en el call center fraudulento oscilaba entre 1,000 y 1,500 pesos diarios. Esto sugiere que, dependiendo del rendimiento o la cantidad de llamadas que lograran completar, los empleados podrían ganar entre 7,000 y 10,500 pesos a la semana.
En imágenes mostradas por la fiscalía, se puede ver que estas personas también debían cumplir con un “reglamento”, entre cuyas reglas se leía: “No metas, no comes; no gorras; respetar horario de entrada; no entrar ni salir en horario laboral; no fumar meta; no discutir en parejas; dejar equipos en su lugar” y más.
Cuál era el modus operandi
El esquema utilizado por este centro de llamadas se basaba en técnicas de vishing y phishing, diseñadas para engañar a las víctimas y obtener acceso a sus cuentas bancarias.
Los operadores se hacían pasar por representantes de instituciones bancarias y alertaban a las víctimas sobre supuestos movimientos sospechosos en sus cuentas. Bajo el pretexto de resolver el problema, persuadían a las personas para que descargaran una aplicación móvil que, en realidad, les permitía acceder de manera remota a sus cuentas bancarias. Esto les daba la posibilidad de realizar transferencias, retiros o utilizar los fondos de manera ilícita.
Según sus testimonios, las llamadas se transferían entre empleados mediante un conmutador.
Sospechas sobre el CJNG
En mayo de 2023, se descubrieron restos humanos en un barranco de la colonia Mirador Escondido, en Zapopan. Las víctimas eran ocho jóvenes que trabajaban en dos call centers fraudulentos presuntamente relacionados con el CJNG, donde se ofrecían paquetes de tiempos compartidos como parte de un esquema de fraude.
En abril de 2023, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta sobre estafas de tiempos compartidos coordinadas por el CJNG, lo que llevó a sanciones contra ocho empresas mexicanas vinculadas a estas actividades. Según las investigaciones, la desaparición y asesinato de los jóvenes podría haber sido una represalia por la filtración de información.
En 2023, el periodista Óscar Balderas publicó el testimonio de un joven identificado como Daniel, quien relató su experiencia trabajando en uno de estos espacios en Tlajomulco de Zúñiga, presuntamente vinculado al CJNG. El joven explicó que las actividades incluían la venta de tiempos compartidos, préstamos sin revisión de buró de crédito e inversiones fraudulentas en empresas estadounidenses.
El testimonio reveló que los empleados eran obligados a intimidar a los clientes, a utilizar un tono agresivo e incluso amenazar con enviar hombres armados a sus domicilios.
Además, los trabajadores tenían acceso a información personal de las víctimas como identificaciones, direcciones y datos de sus hijos. Según Daniel, renunciar a este tipo de empleos no era sencillo, ya que los supervisores ejercían un control estricto sobre los empleados. Revisaban sus redes sociales y exigían que compartieran su ubicación constantemente.