¿Son buenos los tamales? Profeco da tips para consumo en Día de la Candelaria

El tamal, uno de los platillos más representativos de la cocina mexicana, tiene un lugar especial en la cultura y las tradiciones del país. Este alimento, cuya historia se remonta a la época prehispánica, no solo es un deleite culinario, sino también un elemento central en festividades y rituales.

Su consumo se intensifica especialmente el 2 de febrero, durante la celebración del Día de la Candelaria, aunque su presencia en la vida cotidiana y en eventos sociales lo convierte en un platillo omnipresente en México.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el origen del tamal está profundamente ligado a las ceremonias religiosas de las culturas prehispánicas, como las realizadas por los mexicas en honor a deidades como Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl.

En estas ceremonias, el tamal, elaborado principalmente con maíz, se ofrecía como tributo a los dioses. Con la llegada de los colonizadores europeos, este platillo sufrió una transformación al incorporar ingredientes como la manteca y la carne de cerdo, que sustituyeron a elementos autóctonos como los quelites, la calabaza y los granos de elote.

Profeco destacó que, la base de su preparación es el maíz, al que se le añaden rellenos que pueden ser dulces o salados. Estos se cocinan al vapor envueltos en hojas de maíz, plátano o carrizo, dependiendo de la región. Entre los sabores más populares se encuentran los tamales de frijol, salsa verde con carne de cerdo, mole con pollo, rajas con queso y los tamales dulces. Sin embargo, también existen versiones gourmet que combinan ingredientes innovadores.

El organismo destacó que, aunque los tamales más conocidos suelen ser los de cada ciudad, se estima que en México existen alrededor de 500 variedades, derivadas de entre tres mil y cuatro mil preparaciones diferentes. Estas variaciones responden a las costumbres familiares, las adaptaciones regionales y las nuevas tendencias gastronómicas. Cada estado del país tiene sus propias versiones típicas, lo que refleja la riqueza cultural y culinaria de México.

En cuanto a los costos, la Dirección General de Estudios sobre Consumo (DGEC) de Profeco realizó un análisis de precios de tamales en la Zona Metropolitana del Valle de México. Este estudio incluyó tamales de hoja de maíz en sabores como verde, mole, rajas con queso y dulce, y se llevó a cabo entre el 15 y el 16 de enero de 2024. Los resultados mostraron diferentes precios entre los que los consumidores pueden adquirir estos productos; el más bajo fue de 15 pesos y el más alto llegó hasta los 38 pesos en zonas residenciales.

Por ello, en el comunicado emitido por la Profeco, destacó la importancia de considerar los complementos tradicionales que suelen acompañar a los tamales, como el bolillo, el chocolate, el atole o el café. También se sugirió preguntar a los invitados sobre sus preferencias de sabores para evitar desperdicios.

Aunque el tamal es un alimento delicioso y tradicional, su consumo debe ser moderado debido a su alto contenido calórico. Según el sitio Amigos del Hígado A.C., citado por Profeco, la manteca utilizada en su preparación es una fuente significativa de grasas saturadas, que pueden ser perjudiciales para el sistema cardiovascular. Consumir tres tamales equivale al 75 % de las calorías diarias recomendadas, lo que deja poco margen para otros alimentos en el día.

El medio también compartió recomendaciones para mantener una dieta equilibrada, como incluir alimentos de los tres grupos principales (verduras y frutas; cereales y tubérculos; leguminosas y alimentos de origen animal) en cada comida, beber agua simple y evitar bebidas azucaradas. Estas medidas no solo benefician la salud, sino que también ayudan a mantener una economía familiar sostenible.

El 2 de febrero, Día de la Candelaria, es una fecha clave para el consumo de tamales en México. Esta festividad tiene raíces tanto en la tradición católica como en las creencias indígenas. En el contexto cristiano, conmemora la presentación de Jesús en el templo tras la cuarentena de su nacimiento.

Por otro lado, en el calendario ancestral, esta fecha coincidía con el inicio de la temporada de siembra y el nacimiento del sol, celebrado el 12 de febrero. Este sincretismo cultural vinculó el fuego de las candelas de la Virgen de la Candelaria con el simbolismo del sol en las culturas indígenas.

Para esta celebración, es común que quienes hayan encontrado el muñeco en la rosca de reyes sean los encargados de ofrecer tamales a sus familiares o amigos. Por ello, se recomienda realizar los pedidos con anticipación, ya que algunos establecimientos solicitan encargos con hasta 15 días de antelación y un anticipo del 50 % del costo total.

El tamal, con su rica historia y su diversidad de preparaciones, es mucho más que un alimento en México. Es un símbolo de identidad cultural que conecta a las generaciones actuales con sus raíces prehispánicas y que sigue evolucionando para adaptarse a los gustos contemporáneos. Ya sea en una festividad como el Día de la Candelaria o en un desayuno cotidiano, este platillo continúa siendo un emblema de la gastronomía mexicana y un testimonio de su riqueza cultural.