Qué pasa si tomo licuado de avena con manzana todos los días en ayunas

El licuado de avena y manzana se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan un desayuno nutritivo, práctico y lleno de beneficios para la salud. Este sencillo pero poderoso batido reúne las propiedades de dos ingredientes ampliamente valorados por su contenido nutricional.

La avena es un cereal integral rico en fibra soluble, específicamente en betaglucano, que ayuda a reducir los niveles de colesterol y a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. Además, su contenido en hidratos de carbono complejos proporciona energía de liberación lenta, lo que ayuda a mantener la sensación de saciedad durante toda la mañana, evitando así los antojos entre comidas.

También es fuente de proteínas, vitaminas del grupo B, hierro y magnesio, esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Mientras que la manzana es conocida por ser una fruta baja en calorías y rica en fibra, especialmente en pectina, que promueve una buena digestión. Su consumo regular contribuye a mantener un intestino sano, ya que fomenta el crecimiento de bacterias beneficiosas. Además, contiene antioxidantes como la quercetina y vitamina C, que contribuyen al fortalecimiento del sistema inmunológico y a la protección frente al daño celular.

Con el licuado de avena y manzana, combinarás lo mejor de ambos ingredientes, ofreciendo un desayuno equilibrado y fácil de preparar. Al incluirlo en la dieta diaria, las personas pueden obtener beneficios como la mejora de la digestión, el control del apetito, la estabilización de los niveles de energía y el apoyo a la salud cardíaca.

Ingredientes

• 1 manzana (puede ser verde o roja, según tu preferencia)
• 3 cucharadas de avena (en hojuelas o instantánea)
• 1 vaso de leche de vaca o vegetal, como almendra, coco o avena)
• 1 cucharadita de miel o endulzante al gusto (opcional)
• 1/2 cucharadita de canela en polvo (opcional)
• 4 cubos de hielo (opcional, si prefieres la bebida fría)

Método de preparación

• Lavar bien la manzana, quitarle el corazón y cortarla en trozos. Puedes dejar la cáscara si deseas aprovechar su aporte de fibra.
• Colocar la manzana en la licuadora junto con la avena, la leche y el endulzante, si lo estás utilizando.
• Licuar todo durante 1-2 minutos, hasta que obtengas una textura suave y homogénea.
• Si prefieres un licuado frío, agrega los cubos de hielo y vuelve a licuar por unos segundos.
• Servir inmediatamente en un vaso y espolvorear un poco de canela en polvo por encima si deseas darle un toque extra de sabor.

Incluir este licuado en el desayuno o como merienda no solo es una manera de obtener energía, sino también una forma práctica de cuidar de nuestra salud a largo plazo. No obstante, es importante evitar exceder el consumo de avena, ya que en grandes cantidades podría causar molestias digestivas debido a su alto contenido de fibra.