Hijo de Mario Bezares visita ‘El charco de las ranas’, donde asesinaron a Paco Stanley, para sanar traumas

Más de 25 años después del asesinato de Paco Stanley, un caso que conmocionó al mundo del entretenimiento en México, el tema vuelve a ser noticia. Esta vez, el hijo mayor de Mario Bezares, Alejandro Bezares, decidió visitar el restaurante donde ocurrió el trágico evento, un lugar que marcó profundamente su vida y la de su familia.

Alejandro compartió en sus redes sociales imágenes de su visita a “El charco de las ranas”, el restaurante ubicado al sur de la Ciudad de México donde Stanley fue asesinado en 1999.

Aunque no detalló los motivos exactos de su visita, dejó entrever que buscaba cerrar un capítulo doloroso de su infancia.

Alejandro Bezares utilizó su cuenta de Instagram para documentar su paso por el lugar. En una de sus publicaciones, el DJ escribió: “Superando traumas de mi infancia”, lo que sugiere que esta visita tuvo un propósito personal relacionado con los difíciles recuerdos que guarda de aquella época.

En el momento del asesinato de Paco Stanley, su padre, Mario Bezares, fue acusado de ser uno de los autores intelectuales del crimen, lo que desató una tormenta mediática y judicial que afectó profundamente a su familia.

El 7 de junio de 1999, Paco Stanley fue asesinado a tiros al salir de “El charco de las ranas”. En el ataque, uno de sus acompañantes, Jorge Gil, resultó herido, mientras que Mario Bezares, quien también estaba presente, salió ileso al haberse ausentado para ir al baño momentos antes del tiroteo.

Este hecho, junto con otros elementos, llevó a las autoridades a investigar a Bezares como posible responsable del crimen.

Semanas después del asesinato, se giraron órdenes de aprehensión contra Mario Bezares y Paola Durante, una edecán que trabajaba con Stanley.

Ambos fueron acusados de ser autores intelectuales del homicidio y enfrentaron un proceso judicial desde prisión. Bezares pasó más de un año recluido mientras se recopilaban pruebas en su contra.

Finalmente, el 25 de enero de 2001, fue exonerado y puesto en libertad tras determinarse que no existían elementos suficientes para vincularlo con el crimen.

El caso de Paco Stanley no solo marcó un antes y un después en la televisión mexicana, sino que también dejó una profunda huella en la familia Bezares.

Alejandro, quien era un niño en ese entonces, creció bajo la sombra de las acusaciones contra su padre y el estigma social que estas generaron.

Su reciente visita al lugar del asesinato parece ser un intento por confrontar y superar ese doloroso capítulo de su vida.