El consumo de bebidas calientes en el desayuno es una tradición presente en distintas culturas alrededor del mundo, las cual suele asociarse con la necesidad de hidratar el cuerpo después de las horas de sueño y también para calentar el cuerpo durante el frío de las mañanas.
Este hábito no solo cumple una función física, sino que también tiene un componente emocional, creando una sensación de calma y bienestar para afrontar las responsabilidades diarias.
Aunque algunas personas han desarrollado el hábito de consumir café y leche en su desayuno, hay una gran variedad de infusiones que pueden ser buenas opciones para consumir por las mañanas, una de ellas es el té verde, el cuál tiene sus orígenes en China hace miles de años y forma parte fundamental de la cultura asiática.
Los beneficios de tomar té verde por las mañanas
De acuerdo con información del sitio especializado en el cuidado de la salud Healthline el té verde tiene un 30% de polifenoles en peso, entre los que se incluyen grandes cantidades de catequina llamada EGCG, las cuales son antioxidantes naturales que ayudan a prevenir el daño celular.
Estas sustancias pueden reducir la formación de radicales libres en el cuerpo, lo que protege a las células y las moléculas del daño. Estos radicales libres se conocen porque juegan un papel fundamental en la edad y todos los tipos de enfermedades.
Además, aunque el té verde contiene menos cafeína que el café, tiene la suficiente para producir los mismos efectos como mantenerte despierto sin los efectos secundarios como el insomnio. También contiene el aminoácido L-teanina, el cual puede trabajar con la cafeína y crear un efecto sinérgico para mejorar la función cerebral.
Un artículo de la revista National Geographic explica cómo la combinación de cafeína y L-teanina en el té verde no solo eleva los niveles de energía, sino que también mejora la concentración y el enfoque mental. Este efecto puede ayudar a aumentar la productividad y la atención durante varias horas por lo que es una opción ideal para consumir por las mañanas para aprovechar sus propiedades todo el día.
Otro de sus beneficios podría estar en el cuidado de la salud cognitiva, ya que un reciente estudio liderado por la Universidad de Kanazawa, Japón, sugiere que el consumo de té verde podría tener un efecto protector sobre el cerebro de adultos mayores.
“Este estudio transversal encontró una asociación significativa entre lesiones menores en la sustancia blanca cerebral y un mayor consumo de té verde, pero no de café”, explicaron los científicos en declaraciones recogidas por Science Alert, medio científico que publicó el estudio.
El antiguo origen del té verde
El té verde proviene de la planta Camellia sinensis y según información de la Enciclopedia Mundial de Historia su origen se remonta alrededor del año 2737 a.C. en la antigua China, de hecho diversas leyendas del folclore de ese país mencionan que fue descubierto por el emperador Shen Nung cuando una hoja de camellia sinensis cayó accidentalmente en su recipiente con agua caliente, creando una infusión fragante que llevó al hábito de beber té.
Las diferentes dinastías ejercieron su influencia sobre el té verde, cada una cambiaba su forma de preparación y con ello su sabor, por ello, la antigua tradición del té verde no tiene nada que ver con las versiones que bebemos en la actualidad. Aunque esto demuestra que se trata de una bebida con una larga tradición.
Además, algunos textos chinos mencionan que en la antigüedad el consumo de té verde estaba directamente relacionado con el estatus social de las personas debido a su alto costo y su simbolismo.