El clima en Monterrey para este jueves 23 de enero estará caracterizado por temperaturas muy frías por la noche, con cielos parcialmente nublados y vientos moderados.
Durante el día, se espera una temperatura máxima de 13°C, acompañada de una nubosidad del 52%, lo que mantendrá el ambiente mayormente nublado. La probabilidad de lluvia será baja, con apenas un 10%, aunque las ráfagas de viento alcanzarán hasta 22 kilómetros por hora, lo que podría intensificar la sensación de frío. Además, los niveles de radiación ultravioleta se situarán en un nivel moderado de 4, por lo que es recomendable usar protección solar si se realizan actividades al aire libre.
Por la noche, el frío será más pronunciado, con una temperatura mínima de 2°C. La nubosidad disminuirá ligeramente al 40%, pero la probabilidad de lluvia permanecerá en un 10%. Las ráfagas de viento serán menos intensas que durante el día, alcanzando los 18 kilómetros por hora, lo que podría generar una sensación térmica aún más baja. Se recomienda abrigarse adecuadamente para contrarrestar las bajas temperaturas nocturnas.
La sequía de Monterrey
La mejor temporada para viajar a la capital regia es de enero a agosto y de octubre a diciembre, temporada en la que se registra un clima cálido o caluroso, donde apenas hay lluvias y con temperaturas que van de los 27 a 35 grados.
Debido a que en el verano las temperaturas son extremadamente altas, la capital vive una sequía que llega a su nivel más alto entre julio o agosto, una temporada que también es conocida como “canícula”.
En contraste, la época de lluvia comienza en el otoño, siendo el noveno mes del año el de más precipitaciones, no obstante, ha habido veces en las que han ocurrido tormentas que dejan severas inundaciones entre abril y junio. En enero, el mes más frío, el termómetro disminuye a una media de 14 grados aunque el “día más frío” usualmente se registra en febrero.
Según las marcas, la temperatura más baja en la historia de Monterrey fue la de 1983, cuando el termómetro marcó -7.5 grados, mientras que la última nevada ocurrió en diciembre de 2004; en contraste, el día con la temperatura más alta se registró el 24 de abril de 1958, cuando se alcanzaron los 48 grados.
Dónde está el mejor clima de México
México es un país favorecido, pues su posición geográfica (su salida al mar Caribe, al océano Pacífico y la división que le hace el Trópico de Cáncer) lo convierte en una región megadiversa, siendo hogar de al menos el 12% de las especies del mundo, siendo 12 mil de ellas endémicas.
Aunque el Trópico de Cáncer segmenta al país en dos zonas climáticas –una templada y otra tropical– lo cierto es que la altitud, latitud y la distribución de tierra y agua hacen que en el territorio nacional se identifiquen hasta siete tipos de clima: cálido subhúmedo, seco, semiseco, seco desértico, cálido húmedo, templado subhúmedo, templado húmedo y frío.
En este panorama, no es de extrañar que en las partes altas de Chihuahua el termómetro alcance los -30 grados de temperatura, mientras que en el desierto de Mexicali, igual al norte del país, ascienda hasta registrar 50 grados centígrados.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la temperatura promedio anual del país es de 19 grados, sin embargo, hay ciudades como Mexicali, Culiacán, Ciudad Juárez, Hermosillo, Torreón, Saltillo y Monterrey en donde las temperaturas son en extremo altas.
Como prueba de ello está San Luis Río Colorado, una ciudad ubicada en Sonora y que se encuentra en los límites del Gran Desierto de Altar de Baja California y el estado de Arizona y que es bien conocida por poseer el récord de la temperatura más alta registrada en el país, luego de que el 6 de julio de 1966 el termómetro subió hasta marcar los 58.5 grados centígrados.
En contraste, la temperatura más baja registrada en la historia fue la del 27 de diciembre de 1997, cuando el termómetro descendió hasta marcar -25 grados en el municipio chihuahuense de Madero.
Sin embargo, esta variedad de climas se han visto afectados en los últimos años por el cambio climático y expertos prevén un futuro desalentador para el país con una reducción considerable de aguas pluviales anuales y un aumento considerable de las temperaturas.
Los estragos ya han comenzado a hacerse notorios con afectaciones a los agricultores y ganaderos debido a las sequías o las fuertes inundaciones, mientras que en las épocas de calor se ha visto un aumento en el número de contingencias ambientales en las principales urbes, como es el caso de la Ciudad de México.