El baño o la ducha es considerado como un momento de autocuidado que contribuye principalmente a la higiene personal al eliminar la acumulación de sudor, células muertas y la suciedad a lo largo del día.
Para muchos, bañarse no es solo una necesidad, sino también una manera de sentirse renovados y listos para enfrentar sus actividades cotidianas, y aspectos como el lugar y la temperatura a la que se bañan puede llegar a ser importante en su rutina diaria.
Aunque por lo regular se suelen preferir los baños calientes en época de invierno por los efectos inmediatos que tienen en la relajación del cuerpo y la mente, estudios en el área de la dermatología, la rama de la medicina que se especializa en el diagnóstico, tratamiento y manejo de las enfermedades de la piel señalan algunos aspectos a considerar si te bañas con agua caliente constantemente.
¿Qué pasa si te bañas con agua caliente?
La médico con estudios especializados en dermatología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Ana Molina mencionó en un video de su canal de YouTube que el agua templada es más que suficiente para limpiar tu cuerpo adecuadamente sin provocar efectos secundarios de ningún tipo.
Además, añadió que no es recomendable tomar duchas en aguas con temperaturas superiores a los 45 grados centígrados, ya que aunque entiende que la sensación calor en el agua puede ser muy relajante y agradable sobre todo en tiempos de frío, al tallarse la piel en esas condiciones se pierden grasas naturales que te protegen contra la resequedad y algunas enfermedades.
“Para lavar la piel con agua templada basta, solo no ponerla a 45 grados, y sí lo haces porque entiendo que en invierno que vienes helado y no te salva más que una ducha muy caliente, asegúrate de reponer toda esa grasita que te has llevado por delante poniendo crema”, mencionó la dermatóloga en su canal de YouTube, Dra. Ana Molina-Dermatóloga.
Esto no quiere decir que bañarse con agua caliente sea estrictamente malo, ya que diversos estudios han demostrado que si se hace ocasionalmente y no de forma constante pueden llegar a tener algunos beneficios para la salud como mejorar la calidad del sueño, ya que el aumento de la temperatura corporal seguido por un enfriamiento gradual ayuda a regular el ritmo circadiano, indicando al cuerpo que es hora de descansar.
Por otro lado, la doctora Ana Molina mencionó que bañarse ocasionalmente con agua fría también trae beneficios en otros ámbitos de la salud como la recuperación muscular, aunque reconoce que es poco agradable y difícil de incorporar a tu rutina diaria.
¿Cada cuándo es recomendable bañarse?
El académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ariel Vilchis Reyes, mencionó en una entrevista para la revista UNAM Global que la frecuencia al ducharse depende de tres factores: el clima, la condición biológica y la actividad física que cada persona realice.
Lo primero es reconocer la temperatura. “Si estamos en un clima frío, lo mejor es bañarse dos o tres veces por semana, pero si estamos en un clima cálido y sudamos mucho, se recomienda bañarse hasta dos veces al día”, explica Vilchis Reyes.
También debemos tomar en cuenta la condición biológica, es decir, cada cuerpo es distinto. Algunas personas sudan más que otras o tienen más grasa en la superficie de la piel, que actúa como protectora.
“Si nos bañamos diario podríamos pensar que es saludable, pero deberíamos tener cuidado para no dañar las pieles más sensibles”, añadió el experto.
Para las personas que realizan mayor actividad física, la recomendación es tomar doble baño al día para eliminar las bacterias que se reproducen con la sudoración. Lo mismo aplica para personas que realicen algún trabajo que implique esfuerzo físico, por ejemplo, albañiles o recolectores de basura, añadió el académico.