Migrantes se quedaron a un paso para cruzar la frontera México y Estados Unidos antes de que Trump llegara a la presidencia

Solo un par de segundos después de que Donald Trump jurara como presidente de los Estados Unidos se derrumbó el sueño de cientos de migrantes que estaban a un paso de su proceso para solicitar asilo legal en aquella nación.

Tal como lo había prometido el ahora presidente estadounidense endureció sus políticas migratorias e hizo cambios radicales de lo que fue el gobierno de su antecesor Joe Biden. Previo a que la ceremonia de investidura de Donald Trump, migrantes llegaron a diferentes puntos fronterizos entre México y Estados Unidos, en espera de que diera la hora para que las autoridades mexicanas les dieran paso a la garita en donde serían entrevistados como último paso para solicitar asilo legal mediante la aplicación CBP One.

Durante los primeros minutos, después de que el mandatario de los Estados Unidos jurara y se hiciera oficial su llegada al poder; la aplicación dejó de funcionar y las personas migrantes que estaban formadas esperando su paso por la frontera se derrumbaron ante lo cerca y los lejos que estaban de lograr su objetivo.

A la par, aquellos migrantes que tenían programada una cita para los próximos días y que se encontraban en albergues instalados cerca de la frontera recibieron un correo electrónico que les informaba que todas las citas se cancelaron y ya no serían válidas. Algunas de las personas que esperaban pasar a la garita externaron su inconformidad e impotencia porque pese a los largos recorridos, los retos, los contratiempos, los sacrificios y el tiempo de espera para cruzar la frontera conforme a la ley se quedaron en el último filtro y “no se puede hacer nada”.

Los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) informaron que las autoridades estadounidenses habían confirmado los cambios y las cancelaciones, sin poder ofrecer mayores detalles y orientación de lo que tendrían que hacer los migrantes que esperaban.

Aunque, esta no fue la única medida que preocupa, pues además el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para declarar una “emergencia nacional” en la frontera entre Estados Unidos y México, ello para permitir el despliegue de militares y elementos de la Guardia Nacional para evitar el cruce migratorio ilegal. Hasta el momento no se ha anunciado cuándo llegarán los militares que se encargarán de reforzar y controlar los cruces en los Estados Unidos.

A esto último se le sumó las medidas radicales de Greg Abbott, gobernador de Texas, quien comenzó a colocar más boyas en el Río Grande con el objetivo de detener la migración ilegal.

También se tiene que considerar que sin el aparente acuerdo con autoridades mexicanas, Donald Trump anunció que se restaurará el programa Quédate en México, como parte a su solución a la crisis migratoria y controlar los cruces.

La mañana del lunes, previo a la investidura de Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó una serie de acciones que tomaría su gobierno en caso de que connacionales sean repatriados, a la par adelantó que buscará tener comunicación con el gobierno de los Estados Unidos para plantear la posibilidad de que se mantenga la aplicación CBP One o una aplicación similar para mantener un cruce migratorio ordenado.

A la par anticiparon que rechazarían que se volviera a restaurar el programa Quédate en México, que consiste en que los migrantes se mantengan en el territorio nacional hasta que se resuelva su situación migratoria.